La enuresis es una entidad muy común en la niñez, que afecta aproximadamente al 15-20 % de la población infantil de más de 5 años de edad, siendo más frecuente en los niños que en las niñas. En algunas ocasiones, esta condición podría persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.¿Qué es la Enuresis?Dicho en términos más sencillos, un chico o una chica tienen enuresis si se hacen pis en la cama a una edad en la que el control nocturno ya debería estar presente, más o menos alrededor de los cinco años.Se trata de una afección que en la mayoría de los casos logra resolverse positivamente, pero puede tener un impacto grave en la autoestima del niño o la niña, su bienestar emocional y la capacidad de realizar tareas durante el día, afectando incluso el desempeño escolar y social.“A la enuresis podemos definirla como una condición benigna que no es grave, pero socialmente resulta muy molesta, ya que provoca retracción, y puede afectar tanto a nenas como a nenes sin discriminación de género”, explica Cristian Sager, especialista en urología pediátrica del Hospital Garrahan.Sager comenta que la enuresis tiene un origen multicausal, que se explica por tres hechos relacionados. “Primero, hay una disminución de la hormona antidiurética, que es la molécula que controla el volumen de producción de orina; en los chicos con enuresis se supone que hay una disminución de esta hormona”.“Lo segundo tiene que ver con el sueño, si es muy profundo y al chico le cuesta mucho despertarse o tiene trastornos de la respiración, mientras que el tercero está relacionado con una capacidad reducida de la vejiga, en algunos niños, que contribuye a la micción sin poder inhibirla”, dice Sager, experto en trastornos vesicales y en urodinamia.La enuresis puede ser muy estresante para los niños y su familia. Las
consecuencias tienden a ser más severas a medida que crecen sin solucionar el
problema (LA NACIÓN/)La enuresis puede ser muy estresante para los niños y su familia. Las consecuencias tienden a ser más severas a medida que crecen sin solucionar el problema. Por lo tanto, explica el especialista, es necesario recurrir cuanto antes a la consulta médica para comenzar un tratamiento y al mismo tiempo descartar otras condiciones ocultas.Algunas de las dificultades que enfrentan los niños y niñas, sobre todo cuando ya están en edad escolar, son:Sensación de frustración y falla personalMiedo y trastornos de sueñoBajo rendimiento diurnoSer molestado (burlado) por sus paresDificultades con los hermanosSentirse diferente de los otrosLos amigos no se pueden quedar a dormirNo se pueden quedar a dormir en casa de amigosFamilias y profesionales juntosUna vez en la consulta, es la labor del profesional descartar otras causas de incontinencia urinaria, que pueden coexistir con la enuresis y que requieren otro tratamiento. El doctor Sager remarca que “hay que detectar primero comorbilidades como la constipación o el estreñimiento, es fundamental diagnosticarlas; también los trastornos del sueño y la conducta. Cuando el diagnóstico se amplía, hay una alta posibilidad de que mejore la enuresis. Se fracasa en el tratamiento cuando no se detectan estas comorbilidades”.El abordaje inicial contempla también ciertos cambios de hábitos en el niño, como por ejemplo la modificación de los ritmos de ir al baño a orinar y defecar”, cuenta el doctor. Esto incluye, además, prestar atención a la alimentación y, especialmente, la hidratación, tanto en la cantidad y frecuencia de la ingesta como también en la calidad del líquido ingerido, que debe ser bajo en sodio, azúcares, aditivos y conservantes.Las herramientas con las que se cuenta para el tratamiento pueden incluir medicación oral como la desmopresina e incluso el empleo de una alarma que se activa con un dispositivo muy sencillo.“La enuresis tiene una tasa de resolución espontánea, que de acuerdo con estadísticas se ubica en un 15 por ciento anual. El chico lo resuelve naturalmente, lo importante es que los profesionales puedan descartar otras cuestiones. Del total de niños y niñas que sufría enuresis a los 5 años, solo el 15 % permanecía con la misma condición antes de la adolescencia, y solo el 1 % después de la misma”, recopila Sager.Pandemia y después¿Cómo afecta a los niños con enuresis la alteración en la rutina en tiempos de pandemia? “Todos los trastornos miccionales, incluso también la enuresis, han sufrido el efecto de lo que denominamos infradiagnóstico; esto es, por las restricciones, muchas familias no han consultado, lo cual lleva a una disminución de los tratamientos. De esta manera, los chicos continúan con el problema y a esto se les suman los trastornos propios de la pandemia en sí, como el estrés y ansiedad”, explica Sager.Lo importante es “el mientras tanto”, subraya el experto, y en esto resulta clave la contención de los padres para el niño o niña con enuresis, más allá de lo estresante que pueda llegar a resultar la situación para toda la familia. En definitiva, la consulta con un médico especialista, aún en tiempos de pandemia, es clave para el diagnóstico y el éxito del tratamiento.________________________________________________________Content LAB es la unidad de generación de ideas y contenidos de LA NACION para las marcas con distribución en sus plataformas digitales y redes sociales. Este contenido fue producido para un anunciante y publicado por el Content LAB. La redacción de LA NACION no estuvo involucrada en la generación de este contenido.

Fuente: La Nación

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