El Departamento de Estado de Estados Unidos ha incidido este viernes en la “gran responsabilidad” que tienen los huthis en el conflicto armado en Yemen al ser quienes más impedimentos ponen para alcanzar un alto el fuego.El enviado especial de Estados Unidos para Yemen, Tim Lenderking, ha recorrido algunos países de la península arábiga –Arabia Saudita, Omán, Emiratos Árabes Unidos y Jordania– en un viaje en el que se ha reunido con altos funcionarios gubernamentales, socios internacionales y yemeníes para trasladar la necesidad de pactar un alto el fuego integral en Yemen.Durante su viaje, Lenderking ha discutido también la crisis humanitaria y económica que vive el país, y la necesidad de un acuerdo de paz que brinde ayuda a los yemeníes, ha informado el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado.”Si bien hay numerosos actores problemáticos dentro de Yemen, los huthis tienen la gran responsabilidad de negarse a participar de manera significativa en un alto el fuego y tomar medidas para resolver un conflicto de casi siete años que ha traído un sufrimiento inimaginable al pueblo yemení”, han aseverado desde el organismo estadounidense.En lugar de colaborar, los huthis “continúan una ofensiva devastadora en Marib”, que ya ha condenado la comunidad internacional y que deja a los rebeldes “cada vez más aislados”.Durante sus reuniones con los yemeníes, Lenderking también ha debatido sobre la necesidad de fortalecer los procesos inclusivos que permitan a los ciudadanos del país discutir el futuro de la nación y dar más visibilidad a aquellas voces que quieren la paz.La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, encabezado por Abdo Rabbu Mansur Hadi y apoyado por una coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. Los rebeldes controlan la capital y otras zonas del norte y el oeste del país.El conflicto en Yemen ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.
Fuente: La Nación