(Actualiza con detención de Muyshondt)SAN SALVADOR, 4 jun (Reuters) – La fiscalía general de El
Salvador anunció el viernes que dará por terminado un acuerdo de
cooperación para el combate a la corrupción con la Organización
de Estados Americanos (OEA), luego del nombramiento de un
polémico político salvadoreño investigado por supuestamente
negociar con pandillas.El secretario general del organismo internacional, Luis
Almagro, anunció en la víspera que Ernesto Muyshondt, quien
fungió como alcalde de la capital hasta mayo, se integrará como
asesor de su oficina, sin dar detalles.Muyshondt, miembro de la derechista Alianza Republicana
Nacionalista (Arena) es investigado por supuestamente haber
negociado beneficios económicos con pandillas a cambio de votos
para la agrupación en los comicios presidenciales de 2014, que
finalmente ganó el izquierdista FMLN.”No es posible recibir este tipo de apoyos por parte de una
organización que ahora tiene la asesoría de un delincuente. Ya
basta de ofrecimientos hipócritas”, dijo el fiscal general,
Rodolfo Delgado, en conferencia de prensa.Horas después, Muyshondt, quien se había presentado ante los
tribunales a una audiencia por el caso, fue puesto bajo arresto
domiciliario. El exalcalde ha negado reiteradamente las
acusaciones.La Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador
(CICIES) fue creada bajo el gobierno del actual presidente,
Nayib Bukele, en acuerdo con la OEA, en septiembre de 2019. La
fiscalía general se sumó al proyecto en diciembre de ese año.Delgado dijo que presentará a la cancillería salvadoreña un
escrito oficial para poner fin al acuerdo en el plazo de un mes.La embajada estadounidense en El Salvador lamentó la
decisión. “La lucha contra la corrupción es esencial y
fundamental. Vamos a seguir buscando la forma de reducir y
combatir la corrupción e impunidad”, dijo en Twitter. Washington
había donado dos millones de dólares a la CICIES en abril.La oficina de la OEA en El Salvador declinó comentar sobre
lo dicho por el fiscal general.
(Reporte de Nelson Rentería, editado por Adriana Barrera)
Fuente: La Nación