En cuarentena dejamos de teñirnos el pelo, de esmaltar las uñas; cambiamos tacos por pijama o joguineta, por zapatillas a toda hora… pero el virus no derrotó al más básico del tocador femenino: vuelven los lápices labiales a colorear la sonrisa de miles de mujeres en todo el mundo.El barbijo y el encierro del 2020 que nos impuso el COVID amenazaron con terminar para siempre con el rito ancestral de llevar los labios pintados. No teníamos a donde ir, y además manchaba la máscara protectora, en consecuencia, las ventas de este cosmético elemental cayeron en picada en todo el mundo, hasta un 15% durante las cuatro semanas previas al 11 de abril de 2020, en comparación con el mismo periodo de 2019, según un reporte de la consultora McKinsey y publicado por CNN. La industria no sabía a qué atenerse pues históricamente el producto se había comportado como una suerte de “declaración de guerra”, en todo sentido. Cuatro años antes de que llegara la pandemia, el empresario Leonard Lauder —presidente ejecutivo de Estee Lauder, el gigante líder del sector en los Estados Unidos — había elaborado un índice en el que demostraba que, efectivamente, como regla general, en momentos de crisis económicas o políticas la venta de barras labiales siempre subía. Podía terminarse el mundo que las mujeres nunca dejarían de ponerse color en la boca. Pero eso no pasó esta vez. Viendo como bajaba la facturación, la industria puso foco en las fragancias -que mantuvieron su nivel -y en la mirada, lo único que llevamos al descubierto mientras dure la emergencia. Las cifras no fueron espectaculares, aunque los maquillajes para ojos subieron 204% en el trimestre de abril a junio de 2020, confirma el informe.Mientras en estas latitudes habrá que esperar para liberarse por completo de este accesorio sanitario que nos cambió (o nos salvó) la vida, desde que en gobierno de Biden anunció que quienes estén totalmente vacunados pueden quitarse la máscara en lugares cerrados o abiertos, salvo en espacios como áreas sanitarias, transporte público, escuelas y dependencias estatales, la demanda empezó a crecer en el país del norte. Según las últimas cifras de la empresa de estudios de mercado IRI, que rastrea los datos de los puntos de venta la facturación alcanzó US$ 34,2 millones en últimos cuatro semanas hasta el 18 de abril pasado, afirma el artículo de CNN. Eso significa un 80% más que en el mismo periodo del año anterior. Aun así, falta un trecho para volver a los niveles previos al siniestro global que es el virus, cuando la recaudación superaba los US$ 40 millones; no obstante, la cadena Walmart – la principal de las minoristas de EEUU- confirmaba que los lápices labiales tienen el mayor rendimiento en todos los segmentos de los cosméticos. La misma estadística de recuperación maneja Better Bussiness Bureau, que mide el consumo en EEUU. Las marcas de lujo se preparan para remontar el verano en el hemisferio norte, donde los seres humanos podrán volver a practicar la saludable costumbre de la seducción a cara descubierta, y a besarse, como antes.Sin barbijo, los labiales vuelven a surgir (Shutterstock/)Sin demostraciones ni probadoresAunque ya no habrá demostraciones de expertas ni probadores en las tiendas físicas – pues, además de propagar el virus, era potenciales vías de contagio de enfermedades infecciosas como el herpes – la modalidad online tampoco acabará con las tiendas físicas, a donde los clientes van a retirar sus compras y mirar las novedades, un paseo ahora más valorado que nunca. Las tendencias auguran que las barras tradicionales cederán ante los lipstiks de larga duración e indelebles, esos que no dejan huellas incriminatorias. “Nos hemos estado preparando para este renacimiento del maquillaje durante los últimos seis meses”, dijo Sam Cheow, director global de innovación de maquillaje de Estée Lauder, y adelantaba que espera ver labios color naranja, coral, magenta y púrpura en texturas más satinadas, en alusión a los productos con tonos densos, alta cobertura y un poco de brillo. “A medida que los lugares siguen abriendo y salimos más, el lápiz de labios es como una gratificación instantánea, un estímulo que no hemos tenido en los últimos 12 meses y que extrañamos”, dijo. Y las mujeres también.
Fuente: La Nación