Hay gestos que logran marcar un antes y un después en la vida de las personas. Normalmente, este tipo de cosas se reserva para las películas más optimistas o incluso para las fantasías más extrañas de cualquier persona. Sin embargo, lo que sucedió en Massachusetts, Estados Unidos, logró combinar todas estas cosas en una impresionante historia real de suerte y honestidad.Lea Rose Fiega contrajo coronavirus a principios de enero de 2021. Su contagio y haberse recuperado le dieron la sensación de suerte y fortuna que necesitaba para acercarse a un local y comprar un boleto de lotería esperando que sea el ganador.Controversia: criticaron a Paulina Cocina por decirle “coreanito” al zapalloFue en marzo que fue a un pequeño almacén del pueblo de Southwick, cercano a su lugar de trabajo, y compró uno de los tradicionales boletos para raspar y ganar, que son muy frecuentes en ese país. Por el precio de 30 dólares, cualquiera tiene la chance de participar por un millón de dólares si es que, tras frotar el boleto, se descubre el número ganador.La velocidad, el apuro y el trajín del día a día llevaron a Rose Fiega a revisarlo muy rápidamente. Sin esperanzas, sus ojos percibieron un boleto sin premio, por lo que lo devolvió a los dueños del local para que lo desecharan. Pero diez días después, su suerte cambió por completo.Los dueños del local que le devolvieron el boleto ganador (Abhi Shah/)Abhi Shah, hijo del dueño del almacén, estaba limpiando el local cuando algo lo sorprendió. “Estaba revisando los boletos en la basura y vi que uno no estaba rascado por completo. Lo hice y apareció el premio de un millón de dólares”, expresó en diálogo con WWLP-TV.Resulta que Fiega es una clienta habitual del lugar y normalmente suele comprar ese tipo de sorteos, por lo que fueron pocos los segundos en los que los empleados tardaron en notar que el boleto pertenecía a ella. Juntos, tomaron la decisión de ir a buscarla a su trabajo y darle la buena noticia.El boleto ganador del millón de dólares (Massachusetts Lottery Commission/)“No lo podía creer. Lloré y los abracé”, contó Fiega en diálogo con medios locales. “¿Quién hace eso? Son personas increíbles, estoy más que bendecida y agradecida”, completó en torno al accionar de los dueños del local. Tras otorgarle el premio a la compradora del boleto, la Comisión de Lotería Estatal le otorgó a Shah y a su familia un bono de diez mil dólares. Entre tanto, Fiega confirmó a la prensa que le dará parte del premio a ellos.

Fuente: La Nación

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