Por Sarah MarshLA HABANA, 31 mayo (Reuters) – Los casos de desnutrición
potencialmente mortal podrían duplicarse este año entre los
niños menores de cinco años en Haití por la pandemia de
COVID-19, la violencia de las pandillas y las condiciones
extremas asociadas al cambio climático, dijo el lunes el fondo
de la ONU para la infancia, UNICEF.Haití, el país más pobre de América, ha tenido durante mucho
tiempo uno de los niveles más altos de inseguridad alimentaria y
desnutrición del mundo, algo que ha empeorado en los últimos
años.Sequías más frecuentes y tormentas intensas han devastado
las cosechas, mientras que las protestas antigubernamentales han
trastornado la economía y deprimido los ya bajos ingresos de los
haitianos. La pandemia y la creciente violencia de las pandillas
hacen más daño al tiempo que disuaden a las familias de acceder
a los servicios de salud.Alrededor de 4,4 millones de haitianos, casi la mitad de la
población, afronta una inseguridad alimentaria “muy aguda”,
según un análisis de la ONU. En tanto, UNICEF estimó que 86.000
niños haitianos menores de cinco años podrían verse afectados
por desnutrición “aguda grave” este año, en comparación con
41.000 el año pasado.Se necesita más asistencia para los afectados, dijo a
Reuters Jean Gough, Director Regional de UNICEF para América
Latina y el Caribe, en una entrevista al final de una visita de
siete días a Haití.”Los niños a los que no se asiste a tiempo terminan en el
hospital. Vimos a muchos de esos niños”, dijo Gough, quien
relató desgarradoras experiencias con bebés de siete u ocho
meses. La situación demuestra “que tenemos que movernos más
rápido”, señaló.Los niños con una desnutrición aguda severa sufren pérdida
de masa muscular, tienen un peso muy bajo para su altura y nueve
veces más probabilidades de morir en caso de enfermedades como
diarrea o malaria debido a su sistema inmunológico debilitado.Hasta ahora, la pandemia ha causado relativamente pocas
muertes en Haití aunque los decesos están aumentando nuevamente
en medio de la llegada de nuevas cepas. Pero el COVID está
produciendo muchos daños colaterales.La inmunización infantil, por ejemplo, disminuyó
drásticamente el año pasado, según UNICEF, ya que los padres
evitan visitar los centros de atención médica.Como resultado, casi el 60% de los niños no están
completamente vacunados, lo que resulta en un número creciente
de casos de difteria y un mayor riesgo de un brote de sarampión
este año, explicó.
(Reporte de Sarah Marsh. Editado en español por Javier Leira)
Fuente: La Nación