La Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba son algunos de los pocos distritos que decidieron reabrir las escuelas tras la finalización del decreto presidencial. “Están jugando con fuego”, dijo esta mañana el presidente Alberto Fernández, en clara disconformidad con las decisiones tomadas. “Me tenía que poner a discutir con esas provincias. El riesgo es muy grande”, agregó el mandatario.Fernández hizo un primer balance del último decreto que restringió fuertemente la circulación y la actividad a lo largo del país durante nueve días. “Cuando tomamos medidas de esta naturaleza tenemos que esperar 15 días para saber exactamente el éxito o no de la medida. Entiendo que los casos a partir de esta semana deberían empezar a bajar como consecuencia de la primera medida que tomamos, aquella que disponía que el cierre de la circulación se cortaba alas 20. Y los efectos de este confinamiento los vamos a ver en dos semanas, pero entiendo que poco a poco deberían bajar los casos”, dijo en una entrevista en radio 990.“Advierto que la situación no es simple y con esto solo no se arregla, es necesario seguir sosteniendo al máximo la menor circulación posible, tratar de que la gente circule lo menos posible por las calles. Pasamos ahora a una etapa más accesible, pero ese confinamiento menor no quiere decir que las cosas estén bien, quiere decir que hay que seguir cuidándose, evitar la circulación y evitar el contacto o la cercanía entre la gente porque estamos viendo que es un virus que mutó su cepa y que ataca gente entre 40 y 70 años”, dijo el mandatario.Vuelta a clases en la Ciudad. Nicolás Trotta: “El jefe de Gobierno está poniendo en riesgo la salud de toda la comunidad educativa”Fernández se refirió a los cuestionamientos por la negociación fallida de la vacuna de Pfizer: “la primera vacuna que autorizamos en la Argentina fue esa porque estábamos convencidos de que habiendo hecho Pfizer estudios en nuestro país rápidamente íbamos a firmar un contrato y la vacuna iba a llegar, pero cuando empezamos a analizar los pedidos fueron realmente singulares”. El presidente dejó entrever que la empresa ´”planteó cosas que un presidente seriamente no puede comprometer”. “Siguieron pidiendo garantías e hizo imposible el acuerdo. Hasta el día de hoy seguimos negociando, porque además Pfizer ha sido probada y aprobada en EE. UU. y Europa como vacuna pediátrica, entonces nos interesa mucho”, agregó. El mandatario acusó a Pfizer de poner exigencias que “hicieron imposible la firma del contrato” porque “se encontró con la obligación de satisfacer al mercado interno norteamericano”.Las frases de Alberto Fernández“Cuando tomamos medidas de esta naturaleza tenemos que esperar quince días para ver el resultado; yo entiendo que los casos a partir de esta semana razonablemente deberían empezar a bajar como consecuencia de la primera medida que tomamos, respecto al cierre de circulación nocturna… los efectos de esa medida la vamos a ver mañana; y los del confinamiento en dos semanas”.“De cualquier modo, la situación no es simple y con esto solo no se arregla: es necesario seguir sosteniendo la menor circulación posible”.“Lo que siento es que efectivamente terminaron nueve días de confinamiento estricto, pero que eso no quiere decir que las cosas estén bien; hay que seguir cuidándose, porque lo que vemos es que el virus ha mutado, que ahora ataca gente de entre cuarenta y cincuenta años, y que tiene efectos letales sobre grupos etarios que el año pasado no eran tan afectados, como las embarazadas… hay que entender que el riesgo perdura y que una semana de confinamiento no arregla el problema”.Soledad Acuña defendió la presencialidad: “Los chicos que no aprenden hoy, tendrán trabajos precarios mañana”
Fuente: La Nación