La campaña de vacunación contra el coronavirus registra en la Argentina al 27 de Mayo un total de 11.676.733 dosis administradas, de las cuales 9.084.600 corresponden a la primera aplicación, mientras que 2.592.133 completaron la dosificación.Las provincias con mayor cantidad de dosis aplicadas son Buenos Aires con 4.459.169, CABA con 1.086.650 y Córdoba con 948.028.Sin embargo, si se considera el porcentaje de personas vacunadas contra el COVID respecto de la población total de cada distrito, el ranking es encabezado por CABA con 35,33, seguida por La Pampa con 32,10 y, en tercer lugar, San Luis con 30,04.En cuanto al porcentaje de habitantes vacunados con las dos dosis, el listado es liderado por La Pampa con 9,13, seguida por CABA con 8,75 y, en tercer lugar, San Luis con 8,41.• ¿Cuántos son los vacunados contra el coronavirus en el mundo?Las vacunas desarrolladas por laboratorios y centros de investigación en distintos países constituyen un recurso escaso en todo el mundo. Por esta razón, los protocolos sanitarios apuntan a priorizar y distribuir las vacunas contra el coronavirus de acuerdo a grupos de riesgo.Por el momento, en la Argentina se están aplicando dos vacunas contra el coronavirus: Sinopharm/Beijing, producida en China y la Sputnik V, desarrollada en Rusia.Coronavirus hoy: cantidad de casos y fallecidosEl 28 de mayo se reportaron 41080 nuevos casos, 547 fallecidos y 23628 pacientes recuperados. Estas cifras son difundidas diariamente por el Ministerio de Salud.Desde el comienzo de la pandemia, se registraron en el país 3.663.215 casos de infectados, 76.135 de muertos y 3.219.474 de recuperados. Según lo informado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).Las provincias o distritos con mayor número de casos son: Buenos Aires con 1.567.821 casos, CABA con 409.035 casos y Santa Fe con 333.246 casos. Pero si se los distribuye por cantidad de infectados por cada cien mil habitantes, el ránking es encabezado por: Tierra del Fuego con 16.317 casos, Santa Cruz con 13.892 casos y CABA con 13.299 casos.
Fuente: La Nación