Horacio Rodríguez Larreta anunciará el regreso, desde el lunes, de las clases presenciales en la ciudad de Buenos Aires y ya decidió su estrategia para sostener la presencialidad durante los próximos meses. Ante cada martillazo que dé el gobierno nacional con cierre total de actividades, como sucedió esta semana, el jefe de gobierno porteño meterá mano en los días disponibles para mantener así las 180 jornadas de clases presenciales obligatorias.Al gobierno de Rodríguez Larreta le quedan doce días libres para utilizar con discrecionalidad. Se trata de las dos semanas de vacaciones de invierno y dos jornadas adicionales de capacitación que los maestros tienen agendadas para lo que resta del año.Restricciones por el coronavirus: una por una, las medidas que regirán desde el próximo lunes en el AMBA“Las clases son con los chicos en las aulas”, defendieron cerca del jefe de gobierno, que está decidido a sostener la bandera de la presencialidad, algo que incluso llevó, con éxito, a la Corte Suprema.La pelea por las clases presenciales es una bandera que el gobierno porteño no está dispuesto a entregarRodríguez Larreta, que ya extendió el cronograma escolar hasta el 22 de diciembre, tiene todo listo para adelantar las vacaciones de invierno. En caso de que el gobierno nacional decida volver a implementar una fase con restricciones severas, utilizará esos días para evitar que las clases sean de forma virtual.No hay un plan de acción previsto si fuera necesario recuperar más de doce días. Y por el momento no se analiza como opción extender las clases más allá del 22 de diciembre, dijeron fuentes oficiales.Mientras tanto, hoy el gobierno porteño, con Rodríguez Larreta y la ministra de Educación, Soledad Acuña, a la cabeza, volverán a evaluar la situación sanitaria en el distrito y el resultado de las restricciones duras que rigen desde el sábado en todo el país antes de confirmar cómo será la reapertura de las aulas la semana próxima.Según pudo saber LA NACION, la apertura de los colegios está fuera de toda discusión, aunque por los altísimos números de contagios diarios –ayer fueron poco más de 41.000 los casos de Covid-19– podría ser más acotada.Mientras avanza el plan de vacunación con la llegada de nuevas dosis, desde Uspallata, sede del gobierno porteño, creen que atravesaron una prueba de fuego en estos días y que el sistema de salud público y privado pudo absorber la presión, con un 80% de ocupación de las camas de terapia intensiva.Las críticas del GobiernoLa decisión de retomar la presencialidad generó una dura respuesta de la Casa Rosada. Es que en el decreto de necesidad y urgencia vigente hasta el 11 de junio está suspendida la concurrencia a clases. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Educación, Nicolás Trotta, buscaron exponer a Rodríguez Larreta y advirtieron que sería “una enorme irresponsabilidad política” que los chicos volvieran a las clases en la ciudad.Horacio Rodríguez Larreta con Alberto Fernández, en la oficina del presidente en la Quinta de Olivos (Presidencia/)“Todos queremos presencialidad pero no es una cuestión de deseo. De ninguna manera la Ciudad podría volver a la presencialidad con estos números. Que Larreta me diga qué lugar del mundo tiene presencialidad con la cantidad de casos que tiene la Ciudad y vemos”, agregó Trotta.La relación entre Alberto Fernández y Rodríguez Larreta vivió un “deshielo” en las últimas dos semanas –hablaron estos días nuevamente–, pero todo indica que el regreso a las aulas volverá a resentir el vínculo.

Fuente: La Nación

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