La Asociación de Exportadores (ADEX) y el Instituto Nacional de Innovación Agraria de Perú (INIA), buscan recuperar la pureza de la semilla (Criolla), que se caracteriza por tener mínimo 13 grados Brix (dulzor) y que es muy demandada por la industria de jugos y concentrados.
El ingreso de otras variedades de maracuyá de Colombia y Brasil perjudicó la rentabilidad, exportación y comercialización de la variedad Criolla producida en Perú.
Según el vocero de la Mesa de Trabajo de Frutas para la Industria del gremio exportador, Renzo Gómez, estas variedades (colombiana y brasilera) entraron de contrabando al país ya que son solicitadas por su mayor calibre (tamaño) y, pedidas en el mercado local como fruta fresca.
“Se mezclaron naturalmente con las nuestras al sembrarlas en campos cercanos”, aseguró Gómez.
Gracias al proyecto ‘Fortalecimiento de capacidades técnico productivas en el cultivo de maracuyá’, financiado por el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) y el INIA, se instalaron en Barranca, Chimbote y Olmos tres parcelas demostrativas de variedades de distintas regiones del Perú con un alto grado Brix (entre 13 y 15 grados), a las que se monitorea permanentemente.
Se impulsaron dos acciones estratégicas: evaluar el desarrollo de las variedades recolectadas y capacitar a los productores en el manejo de éstas.
De esta manera, hoy más que nunca cobra especial importancia el trabajo articulado entre el sector público y privado.
“Recientemente ADEX, con el apoyo de INIA, organizó el 2° Congreso Internacional de Maracuyá en Chiclayo; en el que se abordaron temas vinculados a la inocuidad, prácticas de poda, fertilización y manejo fitosanitario, evaluación de suelos, entre otros, expuestos por especialistas peruanos y extranjeros”, recordó Renzo Gómez.

Fuente: InfoCampo

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