Después de la mejor Navidad futbolística posible, enseguida el año nuevo le advirtió que no sería sencillo. Nada de regalos en los zapatos: el 6 de enero Cornellà eliminaba a Atlético de Madrid de la Copa del Rey. “Veremos si estamos acá la próxima temporada…”, disparaba en la conferencia de prensa posterior y lograba el efecto despiste: el espacio se iba a llenar de especulaciones sobre su futuro, por encima de ese tropezón papelonesco. La astucia para proteger a la manada. Entonces, Diego Simeone se convenció: debía creer en esta señal y no en los 50 puntos que el equipo había sumado en la primera rueda de la Liga española. ¿Cuándo al Atlético le había sobrado algo en su historia? “No es normal, esto no fue normal”, contaba desde el otro lado del Atlántico frente a las estadísticas, las que mostraban un 87% de rentabilidad. En la desconfianza nacía el campeón.Luego de quedar eliminado de Europa y tras licuarse la ventaja que llevaba en la cima del torneo español, Diego Simeone convenció a los suyos de que el título era posible. “Vamos a salir campeones” fue el lema.Algunos días más tarde, la IFFHS lo distinguía como el mejor entrenador de la década (2011-2020), dejando a Guardiola en el segundo lugar y a Klopp, tercero. No le importó en ese momento. Llegaron las bajas por Covid -hasta ocho para afrontar un partido-, igual que en otros equipos, y empezó a desentenderse de la ventaja que llevaba. “Conociendo a los rivales que tenemos, no cederán hasta el final. La Liga se va a definir en la última fecha”, vaticinaba.La vigencia del Cholo Simeone: con su Atlético de Madrid campeón volvió a romper el duopolio del interminable Messi y del astuto Zidane en la Liga de EspañaEra principios de febrero, el mes que Levante le robó cuatro puntos –empate y única derrota en el Wanda Metropolitano-, en una secuencia exprés de tres días porque debieron recuperar una fecha pendiente. Y 76 horas después se engarzó la caída con Chelsea, en la ida por la Champions. Las voces que alentaban el desplome tomaban impulso. En marzo se certificó el adiós a Europa y en abril, dos derrotas con Sevilla y Athletic Bilbao, licuaron la ventaja. Llamaba la trinchera, guerra de guerrillas. La plenitud.Una de las expresiones características del Simeone jugador y, desde hace años, el Cholo entrenador. Su equipo, Atlético de Madrid, ganó en la última fecha de la Liga de España y se quedó con el título, que tiene mucho del DT argentino.Para mayo, el “Cholo” se llevó a sus padres a Madrid. Antídoto afectivo para ese sprint final, bajo el paseo espectral de los presagios agoreros alentados por tantos. Estado ideal para un tozudo vengativo como Simeone. En definitiva, gerente del club, se ocupó de visitar a los empleados de seguridad, los que vigilan el acceso de los jugadores, y les dio una orden: a partir de ese momento, a cada futbolista se los debía recibir con la expresión ‘vamos a salir campeones’. Y supervisó que se cumpliera.En las cinco fechas decisivas encadenó cuatro victorias y un empate ante Barcelona, que también debió ser victoria. Real Madrid y Barcelona se acercaron, es más, tuvieron la oportunidad de arrebatarle la punta, y en ese paso, fallaron. Cuando más dudaron de Atlético de Madrid, mejor respondió. Simeone repetía que, más allá del funcionamiento, la fortaleza mental premiaría al campeón. “Los partidos no los ganan los que mejor juegan, sino los que están más seguros de lo que hacen”, dijo, dice y dirá.Las alas del campeón: Diego Simeone vuela tras haber alcanzado el título de la liga de España tras vencer a Valladolid en la última jornada. (Angel Martinez/)En las dos jornadas finales, perdía. Perdía con Osasuna y ganó 2 a 1. Perdía con Valladolid, y ganó 2 a 1. Lo que en febrero le faltaba a Atlético era sentirse apretado, desafiado, algo menospreciado, también. Por eso Suárez llegó al lugar perfecto para martillar con su rencor: 21 goles, determinantes los dos últimos. “¿Suárez? Habla por sí solo el apellido”, resumió Simeone. Descartado de Barcelona, el ‘Pistolero’ hizo todo para irse a Juventus; cuando esa gestión se desmoronó, Simeone le susurró al oído lo que el uruguayo quería escuchar. Cuánta ‘malicia’ junta.Partido a partido. ¿Una obviedad, un lugar común? Un mantra. Cuando desarrolla el concepto, dice: “Si mirás lejos no ves el paso inmediato y tropezás. Hay que ir despacio, que no es ir lento…”, aclara. El viernes reunió a todo el plantel en una carpa. Una silla por jugador, y en cada silla, las banderas y las bufandas de todas las peñas del club. ‘¿Qué no hay hinchas? ¡Mentira! Y están esperando ser campeones’, fue el llamado al compromiso final. Para encontrar un título de liga de los colchoneros en el que no aparezca el apellido Simeone hay que retroceder hasta la temporada 1976/77. Él fue el técnico en la 2013/14. Él fue jugador –y goleador en el choque decisivo- en la 1995/96, vuelta olímpica de la que este martes se cumplirán 25 años.Luis Suárez: así se quebró y lloró tras ser campeón con Atlético de MadridVoló por el aire en brazos de sus dirigidos durante los festejos, y por primera vez en la temporada fallaron las manos del arquero Oblak para atajarlo: terminó en el suelo Simeone. Después, mientras caminaba solo por el estadio José Zorrilla, con la mirada vaya a saber adónde, se le cayeron algunas lágrimas que se apuró por secar. En esas emociones violentas se le cruzó todo el mundo. Desde los conocidos que murieron por Covid hasta sus jugadores, los que sostuvieron la punta en 32 de las 38 fechas. Pero necesitaron sufrir, porque así late el Atlético: de sus 11 títulos de liga, diez los ganó en la última fecha. Atlético necesita vivir bajo riesgo. Y Simeone necesita el peligro para vivir atento. Cuando le preguntaron por la temporada de Ángel Correa, las primeras palabras de su respuesta, antes de cualquier elogio, fueron “supo sufrir”. Intuitivo, olfateaba algo: en un contexto social y sanitario tan adverso, lleno de angustias e historias de resiliencia, no podía ser otro que Atlético de Madrid el campeón.? Nos vamos todos a la rueda de prensa…?? ¡Habla @Simeone! ?? #AúpaAtleti https://t.co/oRYUBxXHBe— ???? CAMPEONES ???? (@Atleti) May 22, 2021De las 17 ligas españolas más recientes, 15 se las llevaron entre Barcelona (10) y Real Madrid (5). Sólo dos se les escaparon a los monstruos y se las arrebató Atlético de Madrid. Que Atlético esté donde está, es mérito de Simeone más que de ningún otro. Con el pitazo final, estrechó las manos y comenzó a reír. Una risa nerviosa, compulsiva, reía sin saber muy bien por qué. Tal vez era gratitud, desahogo, vendetta o sarcasmo. Lo hizo de nuevo.

Fuente: La Nación

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