El Gobierno acelera las conversaciones en la búsqueda de un acuerdo que le permita evitar un default con el Club de París. Cuando restan 10 días para que venza el plazo para pagar 2400 millones de dólares, en el Palacio de Hacienda crece la expectativa a la espera de un gesto que ponga a resguardo al país.“Venimos bien”, anticipó ayer una altísima fuente del gobierno nacional al tanto de las negociaciones que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán. En la Casa Rosada esperan que, en los próximos días, antes del 31 de mayo, haya novedades, sobre lo que implica para la Argentina ingresar en el período de gracia de dos meses previsto en el acuerdo.Prohíben el turismo y la circulación entre distritos a los no esenciales y anuncian un fuerte despliegue de seguridad“Estamos bien, tenemos tiempo. Lo importante es que habrá claridad sobre qué pasa ese día”, explicó un funcionario con diálogo diario con el presidente Alberto Fernández.Tras la gira por Europa, que sirvió para cosechar respaldos internacionales, el equipo económico avanzó esta semana en conversaciones con distintos dirigentes del Club de París, que lidera Emmanuel Moulin, con quien el ministro se reunió hace poco más de un mes.En medio de la crisis económica y mientras asoman en el horizonte las elecciones legislativas, esquivar los vencimientos de las deudas en dólares le dará aire al jefe del Estado.El ministro de economía Martín Guzmán en la Casa Rosada (Hernán Zenteno/)Mientras Guzmán da pasos para lograr una prórroga que le permita “un puente de tiempo” a la espera de la finalización de la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del otro lado, el encargado de hablar en favor de la posición argentina ante los 20 acreedores que componen el Club es el presidente francés, Emmanuel Macron. Ese fue el compromiso que asumió el presidente francés en el encuentro que mantuvo con Alberto Fernández hace 10 días en el Palacio del Eliseo.Con MerkelEl miércoles que viene el Presidente y Guzmán mantendrán una videoconferencia con la canciller alemana, Angela Merkel, para así cerrar el capítulo europeo. Si apoyo será importante, según destacaron fuentes oficiales, aunque reconocieron que no será “decisivo”. Pero aún resta la etapa más compleja, lograr el respaldo de Estados Unidos. Lo cierto es que hoy, más allá de las conversaciones, las negociaciones con el FMI aún están lejos de una resolución.Desde el Gobierno resaltaron las presencias en Roma de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y del exsecretario de Estado norteamericano John Kerry, enviado especial para el clima del presidente Joe Biden, quienes participaron del seminario que organizó la Pontificia Academia de Ciencias (PAC) en el Vaticano hace una semana.Si bien aún no hay fecha de viaje o encuentros programados, una de las opciones posibles será el encuentro anual de la Asamblea General de la ONU, en septiembre.Respecto de la renegociación de los 44.000 millones de dólares que el FMI le prestó a la Argentina, el objetivo del titular del Palacio de Hacienda es alcanzar un stand-by o un plan de facilidades de pago –son las líneas que hoy tiene previstas el organismo multilateral de crédito– pero con una cláusula que le permita a la Argentina que si aparece otra línea de crédito con mejores condiciones cambiar sin costos.La última semana, en una carrera de seis días, el Presidente y su ministro de Economía mantuvieron una agenda de altísimo voltaje internacional, donde cosecharon respaldos de jugadores de peso mundial, como el papa Francisco; la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva; el primer ministro de Italia, Mario Draghi, y el presidente de España, Pedro Sánchez. Todos dieron públicamente su apoyo para resolver el tema de la deuda.Martín Guzmán en el VaticanoAdemás, durante la gira que incluyó a Portugal, España, Francia e Italia Fernández y Guzmán explicaron en cada encuentro la necesidad de que las principales potencias cedan los Derechos Especiales de Giro (DEG) a países medianos y de que se suspenda el cobro de los sobrecargos, lo que representarían unos 950 millones de dólares al año para la Argentina. Ambas cuestiones se tratarán en los próximos meses.Todo esto, incluso, fue parte del debate que el discípulo del premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, mantuvo en un seminario que se dio hace una semana en el Vaticano en el que participaron, además de la directora gerente del FMI, Yellen y Kerry, el director gerente de operaciones del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, y el ministro de Economía de Alemania, Wolfgang Schmidt, entre otros.La idea de “construir nuevas reglas” para regir el multilateralismo fueron el centro de las conversaciones durante el seminario y también en la cena que se llevó a cabo el viernes por la noche en la embajada argentina en Roma. “Todos los apoyos son muy importantes. Todos estos viajes son parte de una construcción”, explicaron cerca de Guzmán.
Fuente: La Nación