Ramón Columba (1891-1959) fue taquígrafo en el Congreso de la Nación, y un caricaturista que en 1928 fundó con su hermano Claudio la Editorial Columba, y con gran éxito publicaron las reconocidas revistas El Tony, Intervalo, D´artagnan y Fantasía. Obras literarias, de teatro o novelas históricas que han vinculado al gaucho o al quehacer campero y que se elaboraron en formato de historieta, tuvieron gran repercusión y convocó a grandes guionistas e ilustradores. El santafecino Juan Arancio (1931-2019) fue uno de ellos, quien aportó su talento con guiones e ilustraciones. Algunas de sus historietas en Editorial Columba fueron las siguientes: para los guiones de Héctor Blomberg: en “La bravía de Montiel” Arancio ilustró el final de Francisco Ramírez y Delfina; en “Juan Santana Matrero de Chascomús” dibujó la actividad de Santana en la milicia, hasta que por un amor con Daniela Pardo, hija del Pulpero de Cinco Cruces, se vuelve matrero; en el “Sargento de Santo Domingo” retrató las aventuras del capataz Saulo Martín y su hermano Remigio; en “Un Javert de la Pampas” dibujó la actuación de Lorenzo Mosqueira (aprox. 1870) como autoridad policial en la zona de Chascomús, hijo del Sargento rosista Marcos Mosqueira un bravo que se hubiera jugado la cabeza por Don Juan Manuel; y en “Lluvia de Invierno” retrató una historieta sobre la visita a Buenos Aires (aprox. 1875) del bohemio escritor colombiano Juan de Dios Villa Parra.Cepo a la carne: otra vez contra el campo, incertidumbre y malestarEn 1966 dibujó “El corazón en la mano” de Carlos de Paoli, donde ilustró el fallido casamiento, en los pagos del Salado, del estanciero Gabriel Pereyra; y en 1967 “El Indio Panta” de Fernández Zárate, Panta es referenciado por Joaquín V. González en “Mis Montañas”. Por esos años ilustra para la revista Intervalo el “Martín Fierro”Con guión y dibujos propios publica “Santos Bravo” historieta que Arancio presentó en sus inicios en el mundo de la historieta, en un concurso en el diario El Interior de Santa Fe. En 1969 edita “Juan Chibiro” ambientada en 1830, relata las aventuras de un niño que queda huérfano porque sus padres son brutalmente asesinados y pasa a la toldería borogana de su padrino, el Cacique Rondeau y allí se cría con una familia india hasta el ataque de Calfucurá. También de su autoría desde 1971 elaboró “El Chumbiao”, en esta historieta relata las aventuras de este matrero en épocas de rebeliones de López Jordán. A propósito, decía Borges: “A fines de 1870, fuerzas de López Jordán comandadas por un gaucho a quien le decían “El Chumbiao” cercaron la ciudad de Paraná”.También desde 1971 dibujó el guión de Julio Álvarez Cao que relata las peripecias de Asencio del Pino (Pehuén Curá), un baqueano y lenguaraz de Rosas. Es para destacar los episodios, con las correspondientes ilustraciones, que involucran al bayo de Juan Manuel de Rosas, cuando este le encomienda a Pehuén Curá entregar un mensaje secreto al General Ruiz Huidobro, para esa misión lo envía en su bayo; luego por abril de 1833 también en el famoso bayo, y con otra correspondencia para la vanguardia de Pacheco, sale el baqueano cortando pampa, subiendo y bajando, chapaleando barro y tragando polvo, cruzando montes, vadeando arroyos, cuarteado de solazos, mordido por heladas ¡ Sólo aquel bayo puede hacerlo! Pero en esta ocasión fueron atacados por un tigre que da muerte al noble animal. Finaliza el capítulo manifestando: “Este episodio está basado en un hecho histórico; Rosas montó durante la Campaña un bayo entrerriano”. En una carta que Rosas dirigió a un amigo relata: “El mejor caballo que he tenido jamás me lo regaló don Claudio Stegman. era bayo del Entre Ríos, murió en la Expedición de los desiertos del Sur, comido por un tigre”.Juan Arancio, en 1973 en un reportaje al diario El Litoral, manifestaba: que el éxito en sus historietas gauchescas “se debe principalmente al cariño y al realismo con que trato de vestir a mis personajes además de una importante documentación de la época que es de mi propiedad”.
Fuente: La Nación