Descarta cerrar sus fronteras al turismo internacional en caso de rebrotes para proteger el “progreso social”MADRID, 21 May. 2021 (Europa Press) -El ministro de Turismo de Costa Rica, Gustavo Segura, ha asegurado este viernes que el país centroamericano no ha constatado “ningún cambio” en su situación respecto a la pandemia de COVID-19 por abrir sus fronteras al turismo internacional, al tiempo que ha defendido su modelo de reapertura.”Podemos decir que Costa Rica no vio afectada su situación epidemiológica por el turismo”, ha afirmado en una entrevista concedida a Europa Press, donde ha remarcado que las autoridades costarricenses están “muy contentas” con el resultado de la reanudación del turismo en el país.Las fronteras de Costa Rica se abrieron para el turismo en agosto de 2020. Segura ha explicado que las autoridades se inclinaron por un modelo “muy gradual”, que comenzó con vuelos procedentes desde España y Alemania. Para viajar, era necesario presentar una “declaración jurada electrónica de salud”, un seguro que cubriera eventualidades médicas derivadas de la COVID-19 o aceptar una estancia ampliada por la necesidad de guardar cuarentena y una PCR negativa.De agosto a octubre de 2020, Costa Rica recibió 15.000 visitantes. “Y ninguno de esos, cero, se contagió (de COVID-19) en Costa Rica”, se ha felicitado el ministro de Turismo, que ha remarcado el rol de los “protocolos de prevención” desarrollados durante los cuatro meses de cierre por la pandemia.En noviembre, Costa Rica abrió sus aeropuertos a todas las aerolíneas que quisieran regresar a operar en el país centroamericano y, además, eliminó la PCR como requisito de ingreso. Ambas decisiones estimularon la demanda y, en lo que va de 2021, 300.000 turistas han visitado la nación centroamericana.Datos proporcionados por Segura manifiestan que la eliminación de las PCR tampoco ha tenido efecto en la situación de la pandemia de COVID-19 en Costa Rica, ya que todos los turistas o la mayoría de ellos requieren una para ingresar a sus países de nuevo. Esas pruebas, realizadas en suelo costarricense, muestran que sólo un 0,2 por ciento de todos los visitantes de 2021 han contraído el virus.A pesar de que el ministro reconoce que Costa Rica “no ha estado exento de rebrotes”, ha defendido que, “evidentemente”, estos no han sido producto del turismo internacional, sino que los achaca al “cansancio” y la “relajación de la población”.En este sentido, ha descartado que el Gobierno costarricense cierre sus fronteras al turismo internacional, antes de poner el foco en que el turismo para el país es “realmente una herramienta de progreso social”.”Necesitamos turistas internacionales no solo para llevar salario y alimento a las casas, sino para sostener el progreso social”, ha incidido, subrayando la confianza de las autoridades en la “solidez” de los protocolos desarrollados y el “sólido” sistema de salud del país, entre otros aspectos. “No vamos a cesar la actividad turística”, ha remachado.La recuperación del turismoHasta abril, Costa Rica ha recuperado el 30 por ciento de sus turistas, un renacimiento que tiene como protagonistas a los mercados de Estados Unidos y Europa, regiones que han sido el “impulso” de la recuperación de la industria turística costarricense, en palabras de Segura.A juicio del ministro, los secretos de la recuperación del turismo en el país centroamericano han sido los “sólidos” protocolos de prevención de eventuales contagios de COVID-19 y la “confianza” depositada en el país por el sector de las aerolíneas, algo “absolutamente crítico y fundamental”.Todas las aerolíneas estadounidenses que operaban con Costa Rica antes de la pandemia han reanudado sus operaciones y se han sumado dos más, lo que significa que la nación latinoamericana tiene mejor conectividad aérea ahora que antes de la pandemia.Desde Europa, Costa Rica ha recuperado cinco de sus seis rutas directas –Madrid, París, Frankfurt, Ámsterdam y Zúrich, a la espera de Londres, que volverá en noviembre–. “Esta confianza de las aerolíneas en recuperar la conectividad es el mecanismo idóneo para que nuestros números sean cada vez más positivos”, ha manifestado.Por otra parte, Segura ha defendido el modelo turístico costarricense, del que ha dicho que tiene un “compromiso muy grande” con la sostenibilidad y que ofrece distintas expresiones culturales, gastronómicas y con la naturaleza.”Nos gusta resumirlo en bienestar”, se ha enorgullecido, remarcando que Costa Rica es un “santuario de bienestar”. Del mismo modo, ha sostenido que el país, que alberga el 6,5 por ciento de la biodiversidad mundial, no es un destino “masivo” ni que tenga “grandes aglomeraciones”.Según el ministro de Turismo costarricense, las estimaciones señalan que, en 2021, Costa Rica podría recibir hasta 1,5 millones de turistas.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: