El ministro de Exteriores de Portugal, Augusto Santos Silva, viajará este viernes a Bulgaria y Macedonia del Norte para tratar en persona las diferencias que mantienen ambos países y que bloquean la adhesión de Skopje a la UE.Portugal, que ejerce la Presidencia semestral de la UE, ha informado de que su ministro se verá en Sofía con el presidente búlgaro, Rumen Radev, y mantendrá encuentros con miembros del Gobierno búlgaro interino.Esa misma tarde, se desplazará a Skopje para entrevistarse con el presidente, Stevo Pendarovski, y el primer ministro, Zoran Zaev, ha informado la Presidencia lusa en un comunicado.Según insiste Portugal, el inicio de las negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte son “clave” para la UE y la primera conferencia intergubernamental, que da el pistoletazo de salida al proceso, debe convocarse “cuanto antes”.El viaje de Santos Silva llega en un momento fundamental para la senda europea de Albania y Macedonia del Norte. Su adhesión se encuentra estancada por las reticencias de Bulgaria, que aduce diferencias culturales e históricas con Macedonia.Pese a que ambos candidatos recibieron la luz verde de los Veintisiete para iniciar las conversaciones de adhesión en marzo de 2020, la falta de acuerdo en la UE para aprobar los marcos negociadores y fijar una fecha para arrancar el diálogo lastra su camino europeo y pone en jaque la confianza en la UE en toda la región.El asunto trasciende la política de Ampliación de la UE y afecta a la intención de la política exterior comunitaria de ver a los Balcanes con “perspectiva geopolítica” y aumentar su vínculo con los actores de la región. Ante esta situación de parálisis, crecen las voces que avisan que otro revés a las aspiraciones europeas de los países balcánicos sería letal para la imagen del bloque en una región en la que Rusia y China tienen influencia.

Fuente: La Nación

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