La historia se repite cíclicamente: un gobierno kirchnerista decreta el cierre de las exportaciones de carne como medida para bajar los precios internos, el campo reacciona con indignación y llama a un paro de comercialización. Una diferencia salta a la vista entre conflictos pasados y este presente: la posición de Alberto Fernández.El actual presidente de la Nación consideraba en 2014 un “disparate” cerrar las exportaciones de carne y se arrogaba haber sido, como jefe de Gabinete, quien acordó con la Mesa de Enlace en 2007 la reapertura del comercio exterior de ese producto después de un año de cierre dispuesto por Néstor Kirchner. La postura de Fernández quedó retratada en un intercambio de Twitter con el usuario Luis Villa (ingeniero agrónomo) ocurrido el 14 de junio de 2014, cuando gobernaba Cristina Kirchner y era ministro de Economía Axel Kicillof.Carne: por qué el campo tiene un mal recuerdo del cierre de exportacionesEn medio de una discusión subida de tono, en la que le reprochaba medidas del kirchnerismo, Villa escribió: “Cerrar las exportaciones de carne fue, es y será un disparate”. Fernández, que había dejado el gobierno de Cristina en 2008 después del conflicto con el campo por las retenciones móviles, le respondió: “Coincido. Olvidas que en 2007, en acuerdo con la mesa de enlace, reabrí las exportaciones de la carne”.El tuit de Alberto Fernández sobre el “disparate” de no permitir las exportaciones de carneEra la época en que Fernández operaba como jefe de campaña de Sergio Massa y recorría los medios de comunicación con un discurso durísimo sobre la política económica de Kicillof, a la que calificaba de “deplorable”.En esos años reivindicaba su actuación como moderador de la política económica de Kirchner. Fernández era el jefe de Gabinete cuando el 9 de marzo de 2006 se ordenó prohibir las exportaciones de carne con el mismo argumento que se pregona hoy: controlar los precios internos. Esa fecha está grabada a fuego en toda la cadena de ganados y carnes. “No nos interesa exportar a costa del hambre del pueblo. Exporten, ganen, pero vendan la carne a los argentinos al precio que corresponde”, dijo entonces Kirchner. Fernández -que había defendido en público aquellas palabras- sellaría meses después un acuerdo para que se reabriera otra vez la frontera.Alberto Fernández, en una visita a un frigorífico en La Pampa, en 2020El discurso proexportador de Fernández estuvo presente en su campaña presidencial, tras su reconciliación con Cristina Kirchner. “El problema es que, en verdad, consumir y exportar no son conceptos antagónicos, mejorar el consumo y mejorar las condiciones de exportación no son conceptos antagónicos, no es una cosa o la otra, son ambas cosas las que hay que hacer”, dijo en un acto en la Fundación Mediterráneo de septiembre de 2019.El deslizamiento hacia un orden autoritarioLa pulsión interna por los controles de precios, inspirada en las políticas de Kicillof, terminó por inclinar la balanza en el gobierno para retomar el cierre de las exportaciones que desató el nuevo conflicto con el campo.Fernández defendió enfáticamente la medida en una entrevista con Radio 10: “El tema de la carne se desmadró. Como antes había personas que compraban camisas para exportarlas, ahora hay exportadores que compran carne y exportan. Entonces, todo eso genera una tensión en lo precios que ya no se aguantan más”. Y añadió: “Tenemos que poner en orden a quienes exportan, tenemos que poner en orden el mercado de Liniers. No puede ser que el mercado exporte carne porque se tergiversan los precios”.

Fuente: La Nación

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