Inventada en 1916 y patentada cuatro años más tarde, la denominada válvula de Nikola Tesla permitía hacer pasar el fluido en una dirección, sin utilizar partes móviles como otros dispositivo de su época. Hoy, en plena pandemia de coronavirus, científicos encontraron usos hasta ahora desconocidos de la creación del inventor serbio-estadounidense.Los animales “mutantes” de Chernobyl: arañas “confundidas” y ranas más oscurasUna serie de pruebas han demostrado que la válvula de Tesla puede funcionar de dos maneras. A flujos de velocidades bajas, donde la resistencia es casi igual para el movimiento hacia adelante y hacia atrás. De esta forma, funciona de manera similar a un tubo. Pero si superar la velocidad del flujo una cierta cifra, la válvula comienza a bloquear el movimiento hacia atrás.Una comparación de cómo se comportan los fluidos a través de la válvula de Tesla a distintas velocidades (New York University/)Más allá de los usos descritos, la válvula de Tesla logró convertir el flujo pulsante u oscilante en constante, casi parecido a lo que hace el convertidor de potencia AC/DC. “Creemos que esto es lo que Tesla tenía en mente para el dispositivo, ya que estaba pensando en operaciones análogas con corrientes eléctricas”, señala Leif Ristroph, matemático citado en un comunicado de la New York University.Ristroph destaca que la válvula de Tesla puede utilizarse en distintas áreas gracias a su poco desgaste. Y esa particularidad la hace muy eficaz para tareas como la mezcla de materiales, el bombeo de combustibles, lubricantes, refrigerantes u otros productos.Travesía a pedal: es argentino, tiene 50 años y cruza Estados Unidos en bicicletaEl estudio, publicado esta semana por la revista Nature Communications, destaca como a pesar del paso del tiempo aún queda mucho por conocer de la invención del serbio-estadounidense. “Es notable que habiendo sido creado hace más de 100 años, este dispositivo aún no se haya comprendido por completo. Puede ser de utilidad en tecnologías modernas, en usos no se hayan considerado. Si bien se conoce a Tesla por su conocimiento de los circuitos y las corrientes eléctricos, su labor menos conocida para controlar los flujos o las corrientes de fluidos es realmente adelantada a su tiempo”, destaca Ristroph, quien integró el estudio junto con Quynh M. Nguyen y Joanna Abouezzi.

Fuente: La Nación

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