A principios de marzo, la actriz Kelli O’Hara llegó a Rhode Island, para reunirse con una compañía de leyendas teatrales con suficientes premios Tony como para llenar la repisa de la chimenea de varias mansiones. Pero la actriz y sus colegas Christine Baranski, Nathan Lane, Debra Monk y Cynthia Nixon no habían ido a Newport por un trabajo veraniego, o disfrutar de los famosos buñuelos de almeja típicos de ese estado. Todos los actores estaban allí por The Gilded Age, una superproducción de época centrada en la aristocracia industrial y del comercio de los Estados Unidos de fines del siglo XIX, del creador de Downton Abbey, Julian Fellowes, que se estrenará por HBO en 2022.A los 49 años murió de coronavirus el coreógrafo Luis Biasotto, verdadero mago de la danza contemporáneaComo los teatros de Broadway están cerrados desde abril de 2020, proyectos como The Gilded Age, The Bite y una nueva versión de Gossip Girl se sumaron a series ya en pantalla como The Good Fight, Younger y Billions convertidas en refugio de sus intépretes más destacados mientras duren las restricciones por la pandemia. Por supuesto que los artistas de Broadway esporádicamente aparecían como invitados en alguna serie, pero durante 2020, los trabajos en televisión —por lo general mejor pagos que el teatro y con mayores comodidades laborales— eran básicamente el único sustento disponible para los intérpretes con base en Nueva York.De Shields ganó un Tony por su actuación en la producción de Broadway de “Hadestown” (Sara Krulwich / The New York Times/)“Están todos contentísimos con la posibilidad de poder trabajar, de tener contacto humano, y contar una historia”, dice Allison Estrin, directora de casting de Billions. “Los artistas no hace más que expresarme su agradecimiento y su entusiasmo por la posibilidad de trabajar.” Como de repente estaban disponibles todos los actores y actrices de teatro, la televisión nunca fue más teatral. ¿Volverá la televisión a ser la misma? ¿Lo será Broadway?Hasta hace poco más de un año, los directores de casting tenían que competir con los compromisos de los artistas en los escenarios o hacer verdaderas piruetas logísticas con los planes de filmación para poder contar con sus servicios. “Siempre fue una pesadilla acomodar las fechas para que no coincidan con las funciones de teatro”, dice Robert King, creador de The Good Wife y The Bite. “Lamento decirlo, pero la pandemia a nosotros nos benefició”, dice King. “Fue mucho más fácil armar el cronograma.”Tavi Gevinson, la estrella de la nueva versión de Gossip Girl, aprovechó la postergación de un revival de Assassins, de Stephen SondheimTavi Gevinson y Adam Chanler-Berat, estrellas de la nueva Gossip Girl estaban contratados para una nueva producción de Assassins, el musical de Stephen Sondheim. “Para trabajar con ellos, íbamos a tener que filmar de noche, hacer horas extras y malabares en el aire”, dice Cassandra Kulukundis, directora de casting de la serie. La pandemia puso fin a esos malabares.Aunque algunas series habían completado su elenco antes de que el coronavirus golpeara a Nueva York, muchos manifestaron su deseo expreso de contratar actores de teatro. “Todos sabemos que son tiempos horribles –dice Warren Leight, showrunner de La ley y el orden: UVE, que aquí se ve por Universal y Amazon–. Si uno puede ayudar en algo, lo hace.”El actor André De Shields, ganador de un Emmy y un Tony, en la escena de “Ley y orden: Unidad de víctimas especiales” El programa, un empleador habitual de los grandes actores teatrales por rodarse en Nueva York, decidió emplear a diez intérpretes por episodio este año (Virginia Sherwood / NBC/)“Así lo decidimos desde un principio: que este año, los actores de Broadway y del Off Broadway fueran prioridad a la hora de hacer el casting de los capítulos”, dice Leight, que en esta temporada calcula haber contratado a un promedio de diez intérpretes teatrales por episodio, entre los que se cuentan Jelani Alladin, André De Shields, Adriane Lenox y Eva Noblezada.En parte, Robert y Michelle King concibieron la sátira de terror The Bite para emplear a actores de teatro: “Lo que nos importaba era darle de comer a los que se habían quedado sin trabajo”, dice Michelle King, y está convencida de que sin los artistas escénicos, la miniserie que se estrena en la plataforma Spectrum en los EE.UU. la semana próxima no habría funcionado. La serie se filmó casi al principio de la pandemia y principalmente de forma remota, en las casas de los actores. “Como los actores estaban solos mientras actuaban, realmente tenían que ser verdaderos profesionales, los mejores en lo suyo –dice King–. Si no hubiéramos podido trabajar con esos artistas, el programa no habría funcionado desde el punto de vista creativo.”Para Steven Pasquale, un veterano de Broadway que también estaba contratado para el revival de “Assassins”, la serie “The Bite” fue una opción muy bienvenida. “Estábamos haciendo un programa de televisión, pero había tanta gente de teatro involucrada que se terminó pareciendo bastante a subirse al escenario.”Audra McDonald, Christine Baranski y Cush Jumbo en la serie The Good Fight. Tanto McDonald como Baranski son estrellas de Broadway y hasta lograron tener una secuencia musical en la serie: “Los actores formados en el teatro traen algo distinto a los sets de TV. Con tantos de ellos trabajando con nosotros, se siente como si fuera una compañía de repertorio”, dice McDonald (Patrick Harbron / CBS/)Un espíritu similar rodeó la filmación de The Gilded Age, en cuyo elenco hay 17 nominados y ganadores del premio Tony. “Pasa algo con extraño con los actores de teatro cuando actúan en TV, dice Audra McDonald, ganadora de seis premios Tony y estrella de esta serie, The Bite y The Good Fight. “El equipo se parece bastante a una compañía de repertorio.”Nixon –que retornará a la pantalla chica en el revival de Sex and the City– dice que The Gilded Age le dio la oportunidad de reencontrarse con sus compañeros de escenario de cuando tenía 20, 30, 40 y 50 años. Hace unas semanas, durante un rodaje, Nixon miró a los miembros del elenco y le dijo a Baranski: “Con esta gente podríamos hacer La importancia de llamarse Ernesto’.”Eso no implica que la elección de artistas de teatro sea un acto de caridad, de lástima, o la excusa para un reencuentro. Es cierto que los actores de Broadway pueden tener menos experiencia frente a la cámara que algunos de sus colegas de Hollywood, pero en boca de ellos, el lenguaje técnico o anacrónico suena con gran naturalidad, y tienen una actitud profesional y proactiva que les permite adaptarse tanto al ritmo frenético de rodaje como a los repentinos cambios de la industria televisiva, especialmente cuando hay que seguir los protocolos que impone la pandemia.Steven Pasquale, uno de los protagonistas de “The Bite” iba a ser uno de los protagonistas de una nueva versión de “Assassins” antes de que la Covid-19 llegara a Nueva York“Las personas que trabajan en teatro, donde todo puede salir mal en cualquier momento, están siempre alerta”, dice Kulukundis, directora de casting de Gossip Girl. Christine Baranski, ganadora del Tony y estrella de The Good Fight y The Gilded Age, lo expresa de esta manera: “Conocemos el oficio y sentimos gran respeto por el proceso creativo. El que contrata a un actor de teatro sabe que va a llegar preparado, con el guion sabido de memoria y listo para trabajar.”Los artistas de teatro tampoco se dejan intimidar por la jerga televisiva. Estrin dice que a los actores de teatro los reconoce ni bien entran en la sala de audiciones de Billions. La serie dramática que en la Argentina se ve por Netflix transcurre en el exuberante mundo de las finanzas y entre las figuras que participan de su temporada actual se encuentran tres nominados al Tony: Daniel Breaker, Stephen Kunken y Sarah Stiles. “Los diálogos de esta serie no son fáciles de recitar –dice Estrin–. Pero los actores de teatro hacen que lo parezca desde el momento en que trasponen la puerta.”Younger, una vertiginosa comedia ambientada en el mundo editorial de Manhattan, que aquí se puede ver por Amazon Prime Video suele confiarle sus remates musicales a artistas de Broadway. “Son actores que hacen cantar las palabras”, dice Steven Jacobs, uno de los directores de casting del programa.Y si se trata de hablar como lo hacía la gente hace un siglo, los intérpretes con experiencia teatral suelen tener gran ventaja por sobre el resto de los actores, ya que suelen tener más de un Shakespeare o Shaw en su currículum.Brandon Victor Dixon y McDonald en el musical de Broadway “Shuffle Along”. McDonald intentó durante años que se escribiera una canción para “The Good Fight”, y finalmente tuvo éxito en la temporada 3, cuando logró cantar “Rapsberry Beret”, de Prince, junto a Baranski (Sara Krulwich / The New York Times/)“Por lo general, tenemos experiencia en el manejo de diferentes tipos de textos”, dice Denée Benton, nominada al Tony y protagonista de The Gilded Age. “He pasado la mitad de mi carrera enfundada en un corsé, así que cuando apareció la posibilidad de esta serie, me dije: ¡Yo sé cómo se hace esto!”Hacer “esto” sin verse obligado a renunciar al teatro no siempre fue una opción. Allá por los años 90, cuando Baranski necesitaba ganar más dinero y decidió buscar trabajo en TV, tuvo que mudarse a Los Ángeles. “En ese entonces, en Nueva York no había mucho trabajo en pantalla –dice Benton–. Ahora sí, y para la comunidad teatral eso es algo fabuloso. ¡Ojalá me hubiera pasado antes!”Durante esta “temporada perdida” de Broadway, las series que se filman en Nueva York hicieron posible que los talentos de Broadway conserven su obra social, su pertenencia al sindicato y sigan pagando la hipoteca de sus casas sin tener que mudarse al otro extremo del país. La TV también fue una especie de consuelo espiritual, un medio para practicar su arte cuando los demás canales de expresión dejaron de estar disponibles. “La seguridad de saber que voy a poder hacer lo que sé hacer, y la seguridad financiera de saber que voy a poder pagar las cuentas durante un período de tiempo, es algo que no tiene precio”, dice Benton. O’Hara lo expresa con más emoción: “Es el mejor regalo que haya recibido”, dice sobre su trabajo en The Gilded Age. “Me engañó al punto de hacerme creer que había vuelto a pisar el escenario”.Benton como Natasha en el musical “Natasha, Pierre & The Great Comet of 1812”, que le valió una nominación al Tony. (Sara Krulwich / The New York Times/)Después de casi una década en Homeland, en 2020 Mandy Patinkin quiso probar cómo era la vida de un actor jubilado. “Me aburrí rápido”, recuerda. Patinkin es una leyenda de Broadway y será parte del elenco central de la nueva temporada de The Good Fight. Dice que volver a la televisión fue como renovar su contrato de vida con la actuación. “Parte de lo que la Covid-19 me enseñó, entre tantas cosas, fue a valorar el tener una vocación que estructura mi día, mi vida, mis tardes y mi tiempo en este mundo”, dice Patinkin.Lentamente, el pesado telón de la pandemia comienza a alzarse. En Nueva York, en levantamiento de la mayoría de las restricciones de aforo, incluidas las que rigen para el teatro en vivo, está previsto para este miércoles, junto con el resto de los requisitos de distanciamiento social aún vigentes. Los teatros de Broadway, que dependen de los turistas y son demasiado costosos para operar con limitaciones de público, reabrirán con su capacidad total a partir del 14 de septiembre.Pero con tantos actores que durante el año pasado encontraron un refugio cómodo y seguro médico garantizado en la industria televisiva, ¿todos querrán volver a pisar las tablas?Al parecer, completar el reparto de obras de teatro y musicales ya se había vuelto difícil antes de la pandemia, dice Bernard Telsey, director de casting de The Gilded Age y codirector artístico del Teatro MCC. “Ahora resulta que todos quieren hacer TV”, dice Telsey, y agrega que eso se aplica tanto a los actores de teatro más jóvenes como a los más experimentados. “Se reciben de Juilliard y salen corriendo a buscar trabajo en la tele.”(Traducción de Jaime Arrambide)

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: