Dice un viejo refrán popular puntano que en San Luis “no podés hablar mal de nadie porque son todos parientes, y tampoco bien, porque están todos peleados”. Algo similar debe sentir el senador Claudio Poggi, opositor a los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, quien por estos días define su candidatura a diputado nacional en el contexto de una confluencia opositora. Claro que de imponerse le dejaría su banca a… otro Rodríguez Saá.Vacunatorio vip: la Justicia define la responsabilidad de exfuncionarios y beneficiados¿Cómo se explica la curiosa situación? Es sencillo: quien acompañó a Poggi en su postulación a senador en 2017 como suplente fue Ricardo Endeiza Rodríguez Saá, fiscal de Estado entre 2011 y 2015 (cuando Poggi fue gobernador), mano derecha del hoy miembro de la Cámara alta y pariente lejano de los hermanos que se alternan en el poder puntano desde 1983, con excepciones puntuales como las de Poggi y Alicia Lemme, ambos llegados al poder con el aval de la familia gobernante.Claudio PoggiLa eventual renuncia de Poggi al Senado -obtuvo su banca en 2017 y le restan dos años de mandato- le dejaría lugar a otro Rodríguez Saá, ya que Adolfo -expresidente, cinco veces gobernador y hoy enemistado con su hermano Alberto- también culmina en la Cámara alta en diciembre de 2023.Más allá de la curiosidad, Poggi aún debe definir los términos de su postulación, basada en su partido Avanzar, con sus aliados de Juntos por el Cambio. En especial con la UCR, que hoy ostenta dos de las cinco bancas por San Luis en la Cámara de Diputados, en manos de José Luis Riccardo y Alejandro Cacace. “Su decisión es encabezar la lista, es la oportunidad que le queda para llegar al poder en 2023 y es el mejor posicionado”, afirman allegados a Poggi, que ya intentó sin éxito regresar al poder provincial en 2019. Luego de su reciente charla con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el senador puntano ve con optimismo el armado de un frente común.El chubutense Arcioni sigue freezado por la Casa RosadaNo se trata, por cierto, de una metáfora sobre las bajas temperaturas que suele soportar Chubut. Su gobernador, Mariano Arcioni, continúa “congelado” por la Casa Rosada desde aquella visita presidencial en la que Alberto Fernández resultara agredido por militantes antiminería, el 13 de marzo pasado. Mariano Arcioni, gobernador de Chubut (Archi/)Los reiterados pedidos de apoyo financiero del gobernador (ligado a Sergio Massa) sumaron puntos en contra y hartaron a la Rosada, que según cuentan en el oficialismo ya piensa en escenarios electorales alternativos a través de Julián Leunda, joven asesor presidencial que esta semana visitó Trelew junto al ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. En la reunión de ambos con el intendente de Trelew, Adrián Maderna, no hubo funcionarios provinciales, aunque cerca de Arroyo aseguran que Arcioni estaba en Buenos Aires y que por eso no participó. Atentos a conservar su poder, los intendentes chubutenses ya negocian sin intermediarios con Balcarce 50.El Papa recibió al Presidente, pero también tiene su “pata Pro”Mucho se habló esta semana del encuentro del papa Francisco con el presidente Alberto Fernández en Roma. Pero, de manera discreta, el papa argentino también cultiva vínculos con jóvenes integrantes del macrismo, que se sumaron y se sumarán a su proyecto Scholas Occurrentes en distintas partes del mundo. Juan Maquieyra, ex presidente de IVC y asesor larretista, que viajará a Roma para trabajar con el Papa Francisco.A Lucía Aboud, exfuncionaria de jefatura de gabinete durante el gobierno de Mauricio Macri y actualmente en Madrid, se sumó Juan Maquieyra, que renunció a su puesto de asesor en el gabinete porteño de Horacio Rodríguez Larreta y decidió mudarse a Italia para estar cerca del Santo Padre y trabajar en proyectos conjuntos. Cuentan desde los búnkers de Pro que la diputada macrista bonaerense Carla Piccolomini y el mismísimo exjefe de gabinete Marcos Peña son, cada uno a su manera, parte de los planes futuros de ampliación de Scholas, la renovada red mundial de escuelas de la Iglesia Católica dirigida a nivel internacional por José María del Corral, a la que Macri ayudó durante su período presidencial.
Fuente: La Nación