Un trabajo de análisis de las imágenes de cámaras de seguridad, información surgida de los lectores de patentes del gobierno porteño y fotos de WhatsApp que la víctima les había enviado a su hermano y a sus amigos fueron claves para que detectives policiales y judiciales identificaran a las dos presuntas homicidas de Adrián Muñoz, de 74 años, asesinado de 22 puñaladas en su departamento de Núñez. En las últimas horas fue detenida una de las sospechosas.Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes de la investigación. La sospechosa tiene 20 años y hasta su detención vivía en Isidro Casanova, La Matanza. Ahora, la División Homicidios de la Policía de la Ciudad busca a otra joven, también de 20 años.Las fuentes consultadas explicaron que las dos sospechosas fueron identificadas después de un trabajo hecho entre el equipo de trabajo del fiscal José María Campagnoli, el juez en lo criminal y correccional porteño Alberto Baños, la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPE) de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (Ufecri), detectives de la Policía de la Ciudad y especialistas de la División Individualización Criminal de la Policía Federal Argentina (PFA).Muñoz fue asesinado el lunes pasado en su departamento situado en un edificio de Ciudad De La Paz al 3300. Su cuerpo fue hallado con dos cuchillos clavados en la espalda.La pista que puso a los investigadores tras la huella de las sospechosas surgió con una filmación que registró a Muñoz cuando, el día del crimen, ingresó en el edificio acompañado por dos jóvenes mujeres. Esas mismas quedaron grabadas cuando se fueron de la escena del crimen.Pero pronto, los detectives policiales y judiciales tuvieron más información aportada por la tecnología, como las filmaciones de una cámara de seguridad de un quiosco situado en Juana Azurduy al 2500, donde la víctima fue a comprar una gaseosa acompañada de dos jóvenes, cuyos rostros, a pesar de los barbijos, quedaron registrados.Una de las muchachas llevaba puesto un buzo negro, calzaba zapatillas deportivas negras y tenía en sus manos una bolsa de plástico. La otra vestía un buzo rosa.“Una vestimenta similar [por el buzo rosa] tenía la persona que estaba sentada al lado del auto de Muñoz cuando el vehículo de la víctima fue registrado por el lector de patentes del gobierno porteño al ingresar, el día del homicidio, a la ciudad de Buenos Aires desde el conurbano”, explicó una fuente del caso.Los investigadores suponen que Muñoz había ido a La Matanza a buscar a las dos jóvenes que, con el correr de la investigación, se convirtieron en sospechosas del homicidio.A las pruebas fílmicas, los investigadores le sumaron una fotografía aportada por Reinaldo Muñoz, hermano de la víctima, que vive en España. Se trataba de una imagen de una joven que, según contó el testigo, había comenzado una relación Adrián.“Los rasgos de la joven de la fotografía coinciden con la persona que el día del homicidio vestía el buzo rosa”, explicaron fuentes del caso.Además, según dijeron los informantes consultados, es una de las dos jóvenes que aparecen en una foto aportada por tres amigos de la víctima como las mujeres con las que Muñoz tenía relaciones ocasionales.La foto fue enviada por Muñoz a sus amigos. La otra muchacha que aparece en la imagen es la joven que el día del crimen vestía un buzo negro. “Cuando fue detenida, la sospechosa lleva puestas las mismas zapatillas deportivas que calzaba cuando fue filmada la noche del homicidio”, agregaron los informantes.“Nos falta saber qué pasó dentro del departamento para que se cometiera un homicidio con tanta violencia”, sostuvo una fuente del caso.
Fuente: La Nación