La semana próxima el Tesoro intentará renovar parte de sus obligaciones; el precio de la soja es un factor positivo para el Gobierno, pero no alcanza frente a la incertidumbre. Y, mientras tanto, el dato de la inflación en Estados Unidos alertó a los analistas, ¿qué medidas provocará? A continuación, las cinco claves de las finanzas para los próximos días.Soja y suerte no parecen suficientesLa deuda soberana en dólares arrancó mayo con el pie izquierdo. Los bonos globales sufrieron un golpe, con rojos de entre 2,5% y 3,0% en las primeras dos semanas del mes y el rendimiento promedio llegó a 17,7%. El riesgo país escaló a niveles de 1600 puntos y se acercó a los máximos posteriores a la reestructuración que vimos en marzo (si bien el viernes cayó cerca de 30 puntos). La soja con precios récord y un Banco Central comprador de divisas fueron factores positivos que facilitan los pagos en el corto plazo. Pero el desempeño de la deuda deja en evidencia que no son suficientes, teniendo en cuenta el grueso de las obligaciones a afrontar a partir de 2023/2024. La clave estará en el camino que la Argentina elija tomar. Y, en el corto plazo, la incertidumbre electoral será un factor de importancia.Una nueva prueba para el Tesoro con la deuda en pesosEn cuanto a los bonos en pesos, el foco se mantiene puesto en la capacidad de financiamiento del Tesoro. El Gobierno logró mejorar los resultados en las últimas licitaciones, con la oferta de una amplia variedad de instrumentos, sin precios mínimos y con vencimientos de corto plazo. En lo que va de 2021, acumula un financiamiento neto positivo de $194.600 millones, lo que equivale a un rollover de 148%. Sin embargo, aún está lejos de cubrirse el programa financiero del año, y el verdadero desafío de este mes de mayo llegará en la semana entrante, cuando deberán renovarse cerca de $301.200 millones, de los cuales se estima que unos $162.700 millones están en manos del sector privado.Al ritmo de la devaluación marcado por el Banco CentralEl Banco Central fue concretando un menor ritmo de devaluación en los últimos meses y particularmente en esta última semana. El ritmo del crawling-peg alcanzó una TNA de 11%/11,5% promedio diaria –por debajo del 15%/15,3% de la semana anterior–, alejándose del promedio mensual de abril (19,4%) y marzo (28,1%). Esta dinámica tuvo su impacto en la curva soberana dollar-linked. El diferencial se ubica hoy en máximos (en torno a 850/900 puntos básicos), marcando un salto importante con respecto al promedio de abril (456 puntos) y marzo (453). Lo que refleja una expectativa devaluatoria posterior a la maturity del primer título en noviembre (poselecciones). No se descarta que el spread siga subiendo mientras crece la demanda por cobertura.Efectos del derrumbe, reflejados en los balances coporativosEn lo corporativo, fue una semana con presentación de balances. El panorama no es positivo, con empresas todavía muy golpeadas por la pandemia y perspectivas inciertas. Los números del primer trimestre reflejan un importante arrastre del impacto del cierre durante gran parte de 2020. La política energética tuvo su correlato en los balances. El impacto del atraso tarifario se vio en las firmas del sector y Edenor fue la que más lo sufrió: las ventas cayeron 28% interanual y el resultado negativo fue de $3851 millones. Transener reportó ganancias por $443,7 millones (versus $1497 millones de 2020), mientras que TGSU alcanzó un resultado neto de $3909 millones (con una caída de 19.7% interanual).Los efectos de un nivel de inflación superior al esperado en Estados UnidosLa volatilidad fue tema en Wall Street en los últimos días. El índice VIX saltó los 27/28 puntos (su mayor nivel en los últimos tres meses). ¿La razón? El dato de inflación superó todo pronóstico y la tasa a 10 años tocó el 1,70%. La curva soberana fue ganando pendiente y el spread entre la tasa de 3 meses y la de 10 años rebotó hasta 167 puntos básicos. De hecho, la inflación implícita en los bonos a 5 años trepó a 2,74%, un valor máximo desde 2008. Las acciones de las firmas tecnológicas, cuyos flujos futuros son mayores en magnitud que los presentes, fueron las más castigadas por la suba de tasas. Mientras que, con el repunte de la actividad y los estímulos que siguen llegando, crece la expectativa de un aumento sostenido en el nivel general de precios. Y el mercado comienza a especular sobre qué tan rápido puede llegar algún tipo de contención monetaria.
Fuente: La Nación