Con precios alcanzando marcas históricas, el mercado digirió un nuevo reporte mensual del USDA, que aportó los primeros pronósticos para la campaña 2021/22. Los nuevos datos nos invitan a extender el horizonte temporal de análisis y a pensar en escenarios de mediano plazo. ¿Qué podemos esperar para los próximos meses?Actualmente, estamos transitando en un mercado muy firme. Dólar débil, fondos especulativos manteniendo una gran apuesta alcista, el maíz brindando apoyo, China apuntando a un volumen récord de importaciones (100 mill. tn. para 2020/21) y bajas existencias en EE.UU. (3,2 mill. tn.). Al pensar en los números globales, el escenario para lo que resta del ciclo en curso parece bastante predecible, con poca posibilidad de sufrir ajustes significativos. Por esto, el foco está puesto en la nueva campaña, que en EE.UU. se juega a partir de septiembre, y sobre la cual el USDA ha aportado datos muy relevantes.Si bien el organismo proyectó que los stocks finales de EE.UU. se mantendrían en torno a 3,8 mill. tn. en 2021/22 (un nivel similar al de la actual), la hoja de balance podría encontrarse muy comprometida. ¿Por qué hacemos esta afirmación? Vamos a analizar los números en detalle.Los buenos precios de la soja disparan las consultas para invertir en el agroPrimero, hay que destacar que el principal comprador mundial, China, avanzaría hacia a marcar un nuevo récord de importaciones, de 103 mill. tn. Este no es un dato menor.Paralelamente, en EE.UU., la producción en 2021/22 aumentaría a 119,8 mill. tn. (de 112 mill. tn. en 2020/21). Recordamos que la superficie sobre la cual parten estos cálculos, fue relevada en marzo. Luego transitamos con mercados muy movidos, por lo que no habría que descartar cambios. Por otra parte, recordamos que nos movemos un contexto de muy baja tolerancia a complicaciones en el plano climático.Pero, suponiendo que el clima acompañe, si el área finalmente sembrada es la intencionada, este incremento en la producción no resultaría suficiente. Como hemos destacado en otras oportunidades, al computar la oferta total (producción más stocks iniciales) solo se alcanzarían 123 mill. tn. Con estos números, el país del norte no lograría sostener un nivel de demanda como el de la campaña actual (consumo doméstico de 62,5 mill. tn. y exportaciones de 62,1 mill. tn.). Por tal motivo, el USDA se vio obligado a recortar el saldo exportable norteamericano de la nueva campaña. Así, estarían exportando solo 56 mill. tn. en 2021/22. Este es uno de los datos más relevantes que aportó el organismo.Así, con China expandiendo importaciones y EE.UU. recortando exportaciones, aparecen grandes oportunidades para otros países productores, sobre los cuales recaerá el reto de cerrar la brecha. Por el momento, según el USDA, Sudamérica sería responsable de llevar adelante un aumento de magnitud en la producción. Ahora bien, dado que los precios constituyen los principales incentivos para impulsar aumentos en la siembra, los mismos deberán asegurarse que esto efectivamente ocurra.En síntesis, si no median sorpresas, es posible pensar en otro ciclo muy ajustado para EE.UU., con China obligado a sumar compras en otros orígenes, y precios que deberán mantenerse en niveles que incentiven a racionar la oferta en EE.UU. y a expandir el área en Sudamérica. En el corto plazo, el foco permanecerá centrado en el país del norte. Por una parte, será clave la superficie que finalmente logre implantar (dato que se conocerá a fin de junio). Por otra parte, no hay que descartar que la evolución del clima pueda imponer un ritmo volátil en el mercado. Más aun, estando los fondos tan comprados. Por último, tampoco hay que descuidar lo que ocurra con el maíz de segunda en Brasil, que se encuentra bastante castigado.En momentos de mercados movidos, siempre hay que tener los números cerca y animarse a tomar decisiones para no desaprovechar las oportunidades.El autor es responsable del Departamento de Análisis de Mercados de la corredora Grassi SA

Fuente: La Nación

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