Zofia Stryje?ska fue una pintora art déco, grafista y escritora polaca que vivió entre 1891 y 1976. En el aniversario de su nacimiento, Google la homenajeó como referencia del buscador, con un nuevo doodle. Fue una mujer revolucionaria, que en una época de opresión para el género se caso, tuvo hijos, se divorció, y volvió a formar pareja. Fue poeta y publicó textos en periódicos. Disfrazada, tuvo que simular ser un hombre para poder estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Münich, Alemania. Con la identidad de su hermano, pudo cursar allí durante un año.La traductora de literatura polaca Isabel Sabogal, la describió en una reseña: “Anteriormente había estudiado ya en una escuela privada de Arte para mujeres en Cracovia, pero no podía postular a la Escuela Nacional de Bellas Artes de esa ciudad, ya que ésta abrió sus puertas a las mujeres recién en 1920. A la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de Münich tampoco podía postular, pero allí al menos nadie la conocía. Así que se cortó el pelo, disfrazó de varón, viajó y se presentó con los certificados escolares y otros documentos de su hermano Tadeusz”.“Magic of the Slavs” by Zofia Stryje?ska pic.twitter.com/w3Yeox5nX1— ? (@eurasiaworld) May 7, 2021Fue una historia increíble. Por otro lado, el texto de Sabogal señaló: “El que lo hiciera, aparentemente, con la complicidad de su familia, tratándose de la época, me parece sencillamente admirable. Fue admitida como hombre, asumiendo la identidad de su hermano. El hecho de que en aquel entonces Cracovia formara parte del Imperio Austrohúngaro le facilitaba las cosas, pues el alemán no le resultaba una lengua extraña”.“Fin al patriarcado”: Ofelia Fernández dijo que sintió “cringe” por Alberto FernándezFinalmente, su familia tuvo que rescatarla y acompañarla nuevamente a su ciudad de origen. Y, sobre este punto, la traductora Sabogal concluyó sobre la histórica escritora: “Su madre se movilizó de inmediato, llevándole un vestido, una peluca para que no la reconocieran en la calle, y sus verdaderos documentos. Antes de fugarse de Münich, Zofia pasó por una capilla vacía, no como una pecadora arrepentida, sino para pedirle a Dios talento y reconocimiento artístico, cosa que logró en la Polonia de entreguerras”.
Fuente: La Nación