El Gobierno de Portugal se ha comprometido a financiar una solución para la crisis habitacional de los temporeros en el Alentejo, así como a “simplificar el proceso de concesión de licencias de alojamiento temporal” dentro de las fincas en las que trabajan centenares de estas personas, después de varias semanas en las que se ha vuelto a poner de relieve las insalubres condiciones en las que vivían.La noticia se produce después de la visita del martes del primer ministro portugués, António Costa, al municipio de Odemira, en el sur de Portugal, para abordar con las autoridades locales “una realidad que no es nueva, ni desconocida”, pero que ha empeorado debido a la crisis del coronavirus.La Asociación de Horticultores, Fruticultores y Floristas de los Municipios de Odemira y Aljezur (AHSA) ha dado la noticia a través de un comunicado, en el que celebra los cambios que el Gobierno se ha comprometido a incluir para acabar con “el exceso de burocracia” y poder así ahora “acelerar y facilitar” el levantamiento de alojamientos temporales en las propias fincas.AHSA ha señalado que confía en que las autoridades locales tomen “todas las medidas necesarias para que se construyan nuevos alojamientos”, pues en caso contrario, alerta, “en unos años” la situación actual “podría ser incluso peor”.El gobierno levanta el cerco sanitario en la regiónEsta organización también ha lamentado que el cerco sanitario que el Gobierno portugués impuso a dos de las regiones del municipio, San Teotónio y Almograve, “redujo en un 40 por ciento la mano de obra”. Una restricción que Lisboa ha decidido levantar, tal y como el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, se adelantó a comunicar el martes cuando Costa viajaba hacia Odemira.De acuerdo con el Gobierno, la decisión entrará en vigor a partir de la media noche de este jueves debido a la “evolución positiva de la situación epidemiológica”, aunque para De Sousa el acuerdo se ha alcanzado tras resolver momentáneamente el problema del alojamiento de estos trabajadores, el cual finalmente, dice, se resolverá definitivamente con la ayuda de fondos europeos.Esta semana, las autoridades locales identificaron más de cien alojamientos, en condiciones insalubres, en los que se hacinan más de 300 personas, migrantes sobre todo de Nepal, Pakistán, India y Bangladesh, que acuden al municipio para trabajar en el campo.Las autoridades han señalado la existencia de redes mafiosas que traen a muchas de estas personas a trabajar al campo, a quienes les retiran el pasaporte hasta que logran pagar el precio de su traslado hasta Portugal.La HSA no niega que existan estas redes, pero ha criticado la labor de los medios de comunicación en los últimos días, pues sus “muchas generalizaciones” han puesto “bajo sospecha las buenas prácticas laborales de las empresas agrícolas de la región de Odemira”, denigrando así al sector, lamenta.

Fuente: La Nación

Comparte este artículo en: