En medio de las tensiones internas en Pro por la estrategia electoral en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal almorzaron el sábado pasado en la quinta Los Abrojos. El expresidente realiza allí la cuarentena tras regresar de los Estados Unidos, donde se vacunó contra el coronavirus.Fue un encuentro “familiar”, sin comentarios políticos, pases de factura o rispideces, según afirmaron fuentes cercanas a los protagonistas de la cumbre. Un intento por distender la relación tras los últimos cortocircuitos. La exgobernadora bonaerense llegó a la vivienda de los Macri acompañada por su pareja, Enrique Sacco, para compartir la comida con el anfitrión, su esposa Juliana Awada y otros familiares del expresidente. “Fue una reunión social, en buenos términos”, remarcan cerca de la exmandataria bonaerense.Ahora volvió el “vamos por todo”Macri y Vidal ya se habían visto las caras unos días antes de la cumbre “familiar” en Los Abrojos. En ese mitin sí hablaron –y mucho– sobre la actualidad política y la estrategia electoral de Pro. Como había ocurrido en sus últimas conversaciones, la exgobernadora le transmitió ese día a Macri que no descartaba ninguna opción para la próxima elección. Es decir, que contemplaba la posibilidad de jugar en la Capital, encabezar la nómina de diputados nacionales en la provincia o no competir y apoyar a los candidatos de Juntos por el Cambio durante la campaña.El fundador de Pro, en tanto, le planteó que sería “natural” que ella lidere la lista de la coalición opositora en Buenos Aires, porque ordenaría la interna de la fuerza en el distrito. Cerca de Vidal niegan que el exmandatario le haya dicho que si decidía regresar a la Ciudad para pelear por una banca en el Congreso, lo estaría enfrentando a él y a Patricia Bullrich, titular de Pro, quien tiene aspiraciones en el terruño de Horacio Rodríguez Larreta. “Macri ve lo mismo que todos. Se supone que si Vidal va a la provincia tiene más votos que cualquiera. Esa es la lectura y es natural que eso suceda”, señala un alfil de Vidal.Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, entre la mística y el realismo (Fabián Marelli / LA NACION/)Quienes frecuentan al expresidente y a la exgobernadora repiten que Macri no le cierra la puerta a un eventual candidatura de Vidal en la Ciudad, donde Bullrich desafía abiertamente el liderazgo de Larreta y reclama incidir en el armado de listas. “No le dijo ‘si vas a la ciudad, me estás enfrentando a mí’. Es más razonable el planteo: ‘convénceme de que es bueno también que vayas a la Capital’”, cuenta un integrante del círculo de confianza de Vidal.Allegados de Macri admiten que el fundador de Pro le sugirió a Vidal que compita en Buenos Aires, pero se atajan: “No fue una orden. No sabemos qué quiere hacer María Eugenia”.Ante la creciente “ansiedad” en el partido para que Vidal defina si jugará o no, la exgobernadora analiza sus próximos pasos con extrema cautela. No piensa apresurarse y da señales de que consensuará su decisión con Larreta y Macri. También piensa incluir en la ronda de consultas a Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica. “Aunque Mauricio le diga que tiene que ser candidata acá o allá, van a tomar juntos la decisión y van a estar los dos de acuerdo”, remarca un excolaborador de Vidal.En el pelotón de Vidal dan por descontado que la exgobernadora no tomará una decisión hasta principios de junio. “Hoy no tengo nada definido”, responde la dirigente en la intimidad. Si bien no descartan ninguna alternativa, sus espadas bonaerenses percibieron un cambio en su actitud durante los últimos días: la notan con más ganas de subirse al ring en las próximas legislativas. En ese caso, la posibilidad de que juegue en la Capital luce cada vez más firme. “Creo que va a ser candidata. Puede ir a la ciudad o la provincia, pero va a terminar jugando. Independientemente del lugar, lo más relevante es que juegue”, aventura una fuente de Pro que dialoga con frecuencia con la exmandataria.Horacio Rodríguez Larreta vs. Patricia Bullrich: máxima tensión, reproches y una negociación abierta por las listasLos estrategas de la exmandataria evalúan costos e insisten en que Vidal tomará la decisión “en función” del espacio y de 2023. Consideran que competir en la provincia sería una apuesta de riesgo, ya que será el escenario principal de la batalla con el kirchnerismo por el poder. Si juega en el terruño bonaerense, Vidal sería un blanco constante de la campaña oficialista, que tendrá como caras visibles a Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Axel Kicillof. Además, Vidal no tiene intenciones de volver a ser gobernadora bonaerense, por lo que cerca suyo entienden que sería conveniente utilizar las legislativas para “instalar” a los eventuales candidatos del espacio, como Diego Santilli, para competir por la sucesión de Kicillof en 2023.Ese escenario dispara un interrogante entre sus armadores: ¿Tendría sentido someterse a una campaña desgastante en un terreno hostil si tiene claro que no irá por la gobernación en 2023?Mientras tanto, Larreta, con quien Vidal almorzó el viernes pasado en un restaurant cerca de Retiro, espera la definición de su socia para cerrar su rompecabezas electoral. Si ella decide no jugar en la provincia, el alcalde porteño prepara a Santilli, su vicejefe, para la contienda bonaerense. Esa decisión le podría generar un conflicto con otros aliados que tienen intereses en Buenos Aires, como Jorge Macri, Emilio Monzó o Joaquín de la Torre. Será otro capítulo de la interna.En el círculo íntimo de Vidal subrayan que su eventual regreso a la ciudad no implica que aspira a heredar el sillón de Larreta dentro de dos años, como especulan en la sede de Uspallata. Es que Vidal no oculta ante los suyos sus deseos de pelear por la presidencia en 2023. “Su intención es poder llegar lo más lejos que pueda, para convertiste en dirigente nacional que pueda aportar en todo el país. Si le toca ser candidata a presidenta, lo verá en su momento”, cuenta una fuente de Pro. Vidal, aclaran, tampoco le escapa a una eventual interna con Bullrich. “La decisión no tiene que ver con Patricia, sino con qué le conviene a Horacio, Mauricio y la propia María Eugenia”, interpreta un dirigente de peso en Buenos Aires.Un vínculo oscilante con MacriEn sus charlas con Macri, su “padre en la política”, Vidal suele hablar sobre la situación del país y, sobre todo, del panorama económico y social en la provincia. Últimamente, el expresidente se muestra muy interesado en el armado de Pro en ese distrito. Y, con distintas visiones, suelen “discutir” sobre política. Durante sus últimos encuentros intercambiaron “opiniones” sobre sus autobiografías políticas, afirman cerca de ambos.En el entorno de Macri decían hasta hace poco que notaban a Vidal “distanciada de todos”. Sin embargo, cuentan, las conversaciones entre ambos se activaron durante las últimas semanas y acercaron posiciones. “Están mucho mejor”, evalúa un interlocutor habitual del expresidente.María Eugenia Vidal: “Hoy siento que Juntos por Cambio no tiene jefes”Cerca de Vidal se enfadan con las filtraciones de las conversaciones privadas entre la exgobernadora y Macri. Lo interpretan como un intento de presionarla para que defina si jugará o no en la elección. “La relación está menos mal de lo que aparenta. Tienen discusiones sobre qué hacer, pero no es tan dramático”, relativiza uno de los consejeros de Vidal.En Mi Camino, Vidal confiesa que tendría que haber expresado a “viva voz” sus diferencias con Macri durante la campaña de 2019. “Esta es mi mayor autocrítica, mi gran arrepentimiento”, resalta.
Fuente: La Nación