La cantidad de kilos de carne vacuna que puede comprar un salario es la más baja desde 2006. En la actualidad, con un sueldo promedio se adquieren unos 180 kilos de carne, cuando hace 15 años en promedio se adquirían casi 250 kilos.Así se desprende de un informe elaborado por la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), luego de un análisis de datos aportados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) y por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).Sin racionamiento, la demanda eleva el valor de la soja al nivel más alto en casi 9 añosEl documento de CREA remarca cómo las restricciones a las exportaciones afectaron el normal desenvolvimiento tanto de la macroeconomía como de la economía cotidiana. A modo de ejemplo, por la intervención entre 2006 (cuando todavía gobernaba Néstor Kirchner y se cerraron las exportaciones) y 2011 (incluyendo el primer mandato de Cristina Kirchner) el stock se redujo en 12 millones de cabezas y la producción de carne lo hizo en un 28%.Para CREA, “el consumo interno de carne se redujo un 15% entre 2018 y 2020 pese a que la oferta de carne aumentó, lo que permite inferir que no se trata de un fenómeno de abastecimiento, sino que corresponde a una perdida generalizada del poder adquisitivo de los salarios”“El cierre de la demanda externa se traduce en una caída inicial de los precios que opera como una señal para reducir el stock vacuno y, consecuentemente, la producción de carne. Más aún, a diferencia de las exportaciones, el país todavía no pudo recuperar los niveles de stock y producción de carne, que siguen siendo 11% y 4% inferiores a 2005, respectivamente”, describe el documento.La soja pasó la barrera de los US$600 en la Bolsa de Chicago y tocó niveles de 2012El estudio considera que “las restricciones, que apuntaban a reducir los precios internos, terminaron teniendo un efecto contrario al buscado”. “En efecto, en primera instancia, entre 2005 y 2008 los precios de la carne al consumidor registraron una caída de cerca 12% en términos reales que perduró algo menos de un año. Posteriormente, desde 2010, en paralelo a la contracción de la oferta, se dio un incremento cercano al 40% en términos reales, posicionando a la carne en un nuevo piso de precios que aún hoy persiste”, indica.Para CREA, observando el poder adquisitivo de los salarios en términos de carne se ve un comportamiento análogo al de los precios. “Hubo un primer efecto positivo desde 2006 hasta fines del 2009, pero a partir de 2010 se vio una baja superior al 18% seguida de una relativa estabilidad hasta 2018 cuando comenzó la fuerte crisis que el país todavía atraviesa”.En rigor, para la entidad es a partir de 2018 que se inicia una “nueva etapa donde es difícil separar la evolución del mercado de la carne en particular de la contracción de la economía en general”.“El consumo interno de carne se redujo un 15% entre 2018 y 2020 pese a que la oferta de carne aumentó, lo que permite inferir que no se trata de un fenómeno de abastecimiento, sino que corresponde a una pérdida generalizada del poder adquisitivo de los salarios: desde 2018 la caída del salario real fue de 14,9% mientras que la del salario real en términos de carne fue de 17,8%. En tanto, mientras el consumo de carne vacuna cayó 14% desde 2018, el consumo total de carne, incluyendo carne y pollo, solo se redujo un 3%”, señala.Por último, el estudio subraya que “es importante no caer en la trampa de atender las urgencias de corto plazo con herramientas que son sumamente distorsivas y ocasionan problemas a futuro costosos de revertir. La Argentina lleva ya una década de estancamiento y el aumento de la producción y las exportaciones es clave para revertir la situación en los próximos años”.

Fuente: La Nación

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