En la búsqueda de generar estrategias para la mejora productiva de la recría desde la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA, a través de la Chacra Experimental Integrada Chascomús, trabajan en la generación de información para la integración a la cadena de la carne de los criadores.
Para los técnicos del INTA “la recría de terneros de producción propia puede ser una interesante alternativa para complementar a los rodeos de cría”, motivo por el cual brindaron pautas que facilitan la mejora del manejo del ganado bovino, basándose en experimentos y teniendo en cuenta las condiciones climáticas y los recursos de cada estación del año.
Bajas ganancias en inicio de recrías: La importancia de la suplementación
Muchas veces no se encuentran explicaciones del por qué, aun con excelentes recursos forrajeros y a veces en abundancia, los terneros de recría en crecimiento o engorde no logren buenas ganancias diarias de peso vivo (GDPV). “Es el clásico ejemplo de lo que ocurre en otoño y principios de invierno en avena, raigrás o pasturas de alta calidad” señalaron los técnicos del INTA Cuenca del Salado, y explicaron que “esa situación se da por el exceso de amonio en el rumen, producto del alto valor proteico de estos forrajes en ese momento del año sobre todo con otoños lluviosos y alto nivel de nitrógeno en el suelo y debido, en algunos casos, a la fertilización con nitrogenada, en general usando urea”.
La alta concentración momentánea de nitrógeno en el rumen no es captada en plenitud debido a la escases de energía, o sea que el forraje en esta época puede encontrarse desbalanceado (mucha proteína y pocos carbohidratos), esto hace un funcionamiento especial en el organismo del rumiante que requiere remover este nitrógeno, con el mayor funcionamiento del hígado y un considerable gasto de energía.
Este funcionamiento diferente del organismo es lo que provoca las pocas ganancias y en algunos casos especiales puede verse hasta intoxicación, por este exceso de amonio en el rumen. La sintomatología clásica es la de animales débiles, que no avanzan y con diarreas.
“Esto podemos revertirlo con una dieta balanceada, o sea aportando la energía necesaria para captar ese nitrógeno, esto se logra a través de la suplementación con concentrados energéticos (cereales como maíz, trigo, cebada), alimento balanceados para tal fin, o silajes de buena calidad” indican los profesionales. Además “es posible complementarlo con tecnologías de manejo, como la entrada a la nueva parcela en horas de la tarde o posterior al medio día, momento en el cual la variación diaria del forraje es más favorable”, es decir que el forraje tendrá mayor energía después de varias horas de estar haciendo fotosíntesis.
Desde el año 2003 en el módulo de invernada de la Chacra Experimental Integrada Chascomús “se utilizan todos los años promociones de raigrás anual y a veces avena para la categoría de terneros de destete”. Ambos cultivos “son corregidos con suplementación estratégica con grano de maíz, sorgo (los dos aplastados o molidos) y el último año con silo de maíz” explicaron los técnicos a cargo de los trabajos, e indicaron que “la medida se implementó luego de una mala experiencia en el año 2004 en el que se comparó avena Calen con tres cultivares de raigrás anual, en siembra directa y en convencional”.
El resultado de esa prueba “para todos los cultivos fueron las bajas performance en los animales, dado que no hubo ganancia de peso en el primer pastoreo (mayo) y además murió un ternero; y en el segundo pastoreo (junio) la ganancia fue de unos 100 gr/cab/día, muy baja” recordaron los profesionales, y aseguraron que “se corrigió esta falencia logrando buenos resultados con diversos suplementos como sorgo en grano húmedo, maíz húmedo y seco, y silaje de maíz.
En varios años “las diferencias entre la ganancia diaria de peso vivo y el costo de la suplementación no era conveniente económicamente, sin embargo los beneficios de un suplemento corrector o balanceador de dieta pueden verse en todo el sistema y a largo plazo”, indican los técnicos del INTA.
Pastoreo horario de verdeos de invierno: eficiencia y cuidado del recurso
La alta carga animal que soportan la mayoría de los establecimientos productivos de la zona de la Cuenca del Salado bonaerense obliga a desarrollar nuevas tecnologías de producción y utilización de forraje. Una de estas es el pastoreo horario de recursos forrajeros de muy buen valor nutritivo como los verdeos de invierno.
En la Chacra Experimental Integrada Chascomús desde hace varios años se practica esta metodología de utilización en avena y raigrás anual, durante el tiempo que abarca los meses de junio y septiembre, inclusive, fecha característica de excesos hídricos con la consiguiente falta de piso para la utilización de estos recursos.
Una forma de llevarlo a cabo es darle al rodeo de cría “almuerzos”, o en acotados periodos de tiempo una avena o raigrás anual con alta disponibilidad y en parcelas chicas. De ese modo, los técnicos aseguran que los animales levantan una buena cantidad de pasto en una o dos horas, según lo que se les quiera suministrar, dependiendo de su estado (preñada o parida) y de otro recurso forrajero o reserva que se esté utilizando. “Es una buena forma de administrar un verdeo de invierno que tienen muy buena calidad nutritiva y que pocas veces se analiza en dárselos a las vacas, pero que sirve para mejorar o complementarse con otros tipos de alimento como el rollo o el silo de sorgo, como en nuestro caso”, aseguraron los profesionales del INTA. De esta manera “se evita el exceso de pisoteo y aumenta la eficiencia de cosecha del verdeo, ya que la hacienda en el tiempo que se le asigna se dedica exclusivamente a comer, al estar acostumbrada y saber que cuenta con un tiempo acotado para pastorear”.
Para realizar este método de pastoreo, es imprescindible conocer la capacidad de consumo o cuanto pueden levantar de forraje por unidad de tiempo. Para esto en el INTA Cuenca del Salado durante varias semanas se experimentó con el rodeo de cría intensiva, al cual le asignó cantidades de forraje parecidas, en la misma superficie (kg MS/ha), y variándole el tiempo de pastoreo, de media hora a tres horas (0,5 hora; 1 ; 1,5 ; 2 ; 2,5 y 3 horas), y repitió cada tratamiento de tiempo durante 3 o 4 días.
Con los resultados de este ensayo los técnicos del INTA pudieron concluir que “por hora de pastoreo en avenas con buenas disponibilidades (1.700 a 3.200 kg MS/ha) el consumo por cabeza es de 1,9 kg MS/ Vc (vaca de cría), dejando remanentes muy bajos, de 630 a 890 kg MS/ha”.
Entre los puntos más destacables los técnicos resaltan “las eficiencias de cosecha o utilización que se obtienen de este modo, de 65% a 80% aproximadamente; siempre considerando que no es lo único que consumen diariamente”.
Asimismo, un aspecto a tener en cuenta es el horario en que se realiza. “Para este tipo de forrajes y en esta época del año, lo más conveniente es realizarlo a primeras horas de la tarde, ya que de esta manera se obtendrá la mejor relación energía/proteína diaria”, que varía según el momento del día.
Desde la Experimental Cuenca del Salado del INTA también se impulsó el desarrollo de curvas similares para promociones de raigrás anual. “Durante los años 2015 y 2016, en este caso con terneros de invernada (entre 190 y 220 kg), realizándose dos tratamientos: el tradicional con parcelas diarias y otro tratamiento con acceso a la promoción solo durante 5 horas (12 a 17 hs y encierre nocturno)”, comentaron los profesionales a cargo de los ensayos y aclararon que a ambos “se les suministraba la ración diaria de maíz durante la mañana, previo al ingreso de las nuevas parcelas”.
“Ambos tratamientos recibían suplementación al 1% del peso vivo, unos 2 kg/cab/día”. En cuanto a los resultados señalaron que “las ganancias diarias de peso vivo (GDPV) promedio resultaban similares, con un arranque sin ganancias o leves pérdidas de peso, algo común en el inicio de recrías, producto de la combinación de diversos factores como el estrés pos destete, el cambio de dieta y desbalance de esta nueva dieta. Períodos de junio y julio fueron muy parecidos entre grupos, con ganancias de entre 300 y 400 gramos por cabeza por día.
Entre los resultados se destacó el mejor uso del recurso forrajero en el tratamiento de 5 horas, ya que se utilizaron 4,4 has en el total del período evaluado (80 días) contra 5,64 para el tratamiento de parcelas de 24 horas con libre acceso. “Esto dio una diferencia de más de 25% de forraje ahorrado o mejor utilizado”, indicaron los especialistas, fundamentando que “en un período acotado de tiempo el animal puede consumir la cantidad diaria, en este caso y según estimaciones de tabla por peso vivo, ritmo de ganancia y calidad del recurso forrajero, de unos 4 a 5 kg de materia seca de raigrás por día”. No obstante los profesionales también aclaran que “las disponibilidades, remanentes y nuevas disponibilidades luego del rebrote de las parcelas consumidas fueron similares; quizá la diferencia más visible (aunque sin resultados medidos) fue el consumo más homogéneo o prolijo del tratamiento de pastoreo horario”.
Encierre de terneros al inicio de la invernada: para complementar la recría pastoril y ajustar la carga
Los animales de menor peso en los rodeos de terneros recién destetados que inician una recría o invernada a pasto pueden traer aparejados inconvenientes si no se les presta atención. Su deficiente alimentación puede ocasionarles la muerte o retrasos irreversibles, sumado a que su lento avanzar puede provocar que el ciclo se haga demasiado largo. En general el origen de estos bajos pesos puede ser por diversos motivos como el menor tiempo de vida (últimos nacimientos), una recría al pie deficiente, o hijos de vaquillonas o vacas en mal estado, y sus interacciones.
Cuando pasan al grupo con los demás terneros de mayor tamaño y todos comen el mismo forraje son los que a menor ritmo avanzan, y cuando se les suministra suplementación en general pierden en competencia, ya que son los últimos en ir a los comederos, cuando el suplemento se acabó o queda muy poco, lo que provoca una dieta más pobre que el grupo general.
Para limitar el tiempo de la invernada (que no pase el año) en la Chacra Experimental Integrada Chascomús experimentaron diversas formas para lograr la gordura en estos animales colas.
Encierre en verano: pensado para desocupar las pasturas para el ingreso de la nueva zafra, es una alternativa simple pero costosa, ya que los animales próximos a la terminación (más de 300 kg) comen grandes cantidades de alimento y su conversión es baja, por el tamaño y, a veces ,arrastran deficiencias por su mala recría.
Encierres al inicio de la invernada: diferenciar la tropa en otro potrero durante toda la invernada sería una buena opción de manejo, sin embargo esto involucra la utilización de más potreros o divisiones con complicaciones de logística y manejo.
Encierre de los colas al inicio de la invernada: es la más simple y adecuada, ya que aborda el problema de la mala alimentación de estos terneros de entrada, y además con el encierre se descomprime por varios meses la carga del resto los animales. El tiempo de encierre es variable, pero se puede estirar hasta el momento en el cual el crecimiento de forraje comienza a superar los requerimientos de todo el lote (fines del invierno). “La gran ventaja es que permite llegar con todos los animales en estados y pesos muy parecidos, haciendo el lote más homogéneo”, indican los técnicos del INTA Cuenca del Salado, y destacaron que “la eficiencia de conversión de estos animales livianos es muy buena, ya que comen muy pocos kg y avanzan a gran ritmo”.
Una de las claves para el éxito de esta última práctica es el alimento a suministrarles, el mismo debe aportar los niveles adecuados de energía y proteína, complementado por minerales y vitaminas. Una opción usada en el ensayo en este trabajo fue la administración de un alimento balanceado 15% de proteína. Esto simplificó el manejo y brindó la ventaja de incluir todos los elementos requeridos por los animales. En otros casos podría elaborarse el alimento en el campo, a partir de grano de maíz complementado con un concentrado proteico o con maíz, expeller de soja o girasol más una premezcla vitamínico mineral.
A modo de prueba en el mes de Junio de 2014, los técnicos del INTA encerraron a terneros livianos (145 kg). En la experiencia “a la mitad se le suministró el balanceado a voluntad, en silo de chapa autoconsumo que se reabastecía semanalmente, en un piquete sin pasto y con rollo a voluntad. A la otra tropa, se le suministró al 1,5 % del peso vivo aproximadamente (suponiendo que era la mitad de sus necesidades diarias) con rollo y forraje de calidad a voluntad”.
Con los registros los técnicos explican una “mejor evolución de los terneros que comieron alimento balanceado a voluntad, llegando a promediar en el ciclo de más de 3 meses una ganancia diaria promedio de 1,311 kg/cab/día vs. 0,847 kg de los suplementados al 1,5% PV, es decir un 55% más de ritmo de ganancia diario”.
El salir del corral de encierre en octubre, en general con un panorama forrajero óptimo y animales cercanos a los 300 kg, puede ser determinante para terminarlos en el año. Sin embargo un aspecto a cuidar es el cambio de la dieta al pasar a pasto, siendo lo ideal “sostener una suplementación a campo durante por lo menos 15 días y luego pueden seguir solo a pasto, durante la primavera”.
Los resultados de los tres trabajos de experimentación fueron realizados en su totalidad en la Chacra Manantiales, siendo algunos presentados en Congresos y otros contribuyendo a realizar tesis de grado de estudiantes de agronomía, desarrollados en artículos de divulgación regional y comentados in situ en Jornadas Ganaderas realizadas en la Estación Experimental.
Fuente: InfoCampo