La Bolsa de Cereales de Buenos Aires está proyectando para la presente campaña 6,8 millones de hectáreas de trigo, es decir, la segunda superficie histórica de los últimos veinte años y un 3% más que la campaña pasada. Según los analistas, este ciclo presentará un aumento en la adopción de tecnología, por lo que se esperan 21 millones de toneladas de trigo (11,7% más que el ciclo pasado) y 3,75 millones de toneladas de cebada (7,1% más que 2019-20), dando un total de casi 25 millones de toneladas de cereales de invierno. Este aumento en la producción se espera que traccione el consumo de fertilizantes, que del 18/19 al 19/20 creció un 7%.
Sin embargo, otro informe de la misma entidad señala que, para el total de granos producidos en el país, la reposición de nutrientes fue del 46% en la campaña 2018/19. Esto quiere decir que por cada 100 kilos de nutrientes extraídos vía cosecha de granos se repusieron sólo 46 vía fertilización, reflejando un balance deficitario.
“Si bien en los cultivos de invierno es frecuente la fertilización con nitrógeno y fósforo, desde Kioshi Stone trabajamos para proveer soluciones de fertilización integral. Todos nuestros productos están compuestos por nanopartículas de minerales dispersados, que buscan maximizar el crecimiento de cultivos, al proveer una combinación de éstos”, aseguró Gabriel Lema, presidente de la compañía. “De cara a esta nueva campaña fina, uno de los productos que estamos ofreciendo es MIST-N, una dispersión mineral con adecuada concentración de Nitrógeno, Azufre, Calcio y Magnesio”, agregó.
El nitrógeno es fundamental debido a que es uno de los constituyentes de los compuestos orgánicos de los vegetales, interviene en la multiplicación celular y su crecimiento. Es necesario para la formación de los aminoácidos, proteínas, enzimas, etc. De modo que, el aporte del nitrógeno en una fertilización eficiente, además de alcanzar los rindes esperados, disminuye considerablemente el impacto ambiental que genera la aplicación de grandes volúmenes de fertilizantes. En MIST-N, el nitrógeno se encuentra absorbido en los poros de los nanominerales y por tanto cede su contenido en forma progresiva, logrando una mayor eficiencia de la fertilización. La presencia de calcio, por su parte, mejora la absorción de nutrientes, mientras que el magnesio es de vital importancia en la clorofila y por ende en el proceso de fotosíntesis.
Características de los nanofertilizantes
“La reposición con fertilizantes tradicionales requiere del transporte, manejo y aplicación de un gran volumen de material. Sin embargo, la nanotecnología utilizada en nuestros productos permite que las dosis empleadas sean de sólo 3 litros por hectárea. Por lo tanto, en la caja de una camioneta se pueden transportar 420 lts, suficiente para fertilizar unas 140 hectáreas”, ejemplificó Lema.
Además, todos los productos de la línea MIST, que incluye también correctores de suelo y vivificantes para semillas, pueden ser aplicados en pulverizaciones terrestres, aéreas y con sistemas de riego; solos, o en mezclas con fitosanitarios.
Otras ventajas del uso de MIST-N radican en que mejora la absorción del nitrógeno y evita las pérdidas tanto por lixiviación en profundidad, como por evaporación, no produce fitotoxicidad, posee altísima pureza y puede ser aplicado en cualquier estadio del cultivo, incluso directo a la semilla.
“En Kioshi Stone tenemos un profundo respeto por la naturaleza y el medio ambiente, por ello nuestros productos están formulados con minerales biocompatibles y su utilización disminuye la huella de carbono de la fertilización”, agregó Lema.

Fuente: InfoCampo

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