Aunque el ministro Luis Basterra aclaró que no habrá una suba de retenciones para el trigo por parte del Gobierno Nacional, expertos del sector temen una intervención en el mercado y ya analizan un escenario sin compras por parte de Brasil con un cierre del registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).
“Tengo miedo de que suban las retenciones al trigo. No le tengo miedo al Poder Ejecutivo sino al Legislativo, al gobierno bicéfalo que tenemos. Hay un sector con muchas ganas de meter un manotazo“. Las declaraciones le corresponden a Enrique Erize, presidente de Nóvitas, en su exposición del jueves en A Todo Trigo online.
Para Erize, esas decisiones llegarían por parte de un sector vinculado a Cristina Fernández de Kirchner, y no de Alberto Fernández ni de Basterra, quien ya varias veces repitió que las ventas se dieron todas juntas entre septiembre, octubre, noviembre y hasta el 10 de diciembre por “temores infundados” a una suba de retenciones en el cambio de gobierno.
Aunque remarcó que el trigo será el ganador en la batalla que pelean los commodities en medio de la pandemia de coronavirus -gracias a que el 80% de la producción se destina al consumo humano-, Erize analizó la situación actual en Argentina y aseguró que existen algunas complicaciones para los exportadores.
“En el Ministerio dicen que el registro de DJVE está abierto, pero está cerrado de hecho. Hace dos meses que los exportadores no pueden declarar. Si uno va a declarar, piden que lo haga a US$ 240 FOB. ¿Ese es el verdadero precio FOB argentino, o es el precio índice que pone el Ministerio?“, disparó.
Según el presidente de Nóvitas, quedan 5,2 millones de toneladas de trigo en manos de productores, acopiadores, cooperativas y exportadores, mientras que a la industria le faltarían comprar 3,5 millones para llegar a las 6,2 millones de toneladas que la molinería quiere terminar de moler este año.
“Sobra trigo. ¿Quién lo tiene? Los exportadores tienen 2,9 millones de toneladas, porque vendieron 12 millones de las 14,9 que compraron. Los interrogantes para adivinar qué va a pasar tienen que ver con la localización“, consideró.
Para Erize, hay dos escenarios posible de junio a octubre, y tienen que ver con que se abra o no el registro de DJVE.
“Si abren el registro y dejan que Brasil venga a comprar un millón de toneladas más, que se podría hacer, entonces podemos venderle a US$ 240 FOB, un precio que queda en US$ 200 con las actuales retenciones. Pero si Brasil no puede volver a comprar porque cerramos el registro, entonces los que tienen trigo sin vender no esperen nada“, disparó.
Para el analista, si esta última opción se da, la pulseada se va a resumir al productor y exportadores versus la industria. En ese marco, el trigo aumentará, pero esa ganancia no le llegaría al productor.
“¿A cuánto lo compraban los exportadores? A US$ 200 . ¿Lo van a vender a los molineros al mismo precio? No. Seguramente el trigo va a subir, ¿pero los productores lo van a ver? Tengo algunas dudas”, expresó.
Lo que viene
Para el trigo 2021, Erize aconsejó “no extrapolar”, y remarcó que cada año es un partido distinto, dado que así como en la campaña 2019/20 se ganaron mercados en el Sudeste Asiático por la salida de Australia, en 2020 todo podría cambiar. Para saber más de esto, habrá que esperar para ver qué sucede en el hemisferio norte entre junio y julio.
De todos modos, hizo un cálculo téorico, aunque “valido para excel”, según definió.
“Para diciembre de 2020, el precio FOB de US$ 204 para Argentina, menos 12% de retenciones y menos US$ 10 me da un valor de US$ 170“, proyectó.

Fuente: InfoCampo

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