Lucio Cámpora tiene 25 años y, junto a su novia Paula, decidieron dejar su pueblo natal en Ferré para ir a probar suerte a Grafengehaig, un pueblo situado en el estado del Bayern, al sureste de Alemania.
Hoy, la pareja es conocida a través de su cuenta de Instagram, Veterinario en el Extranjero, donde muestran los trabajos de ordeñe y recría que realizan en un establecimiento rural y brindan información acerca del manejo alemán en lechería y ganadería. Pero antes de llegar al presente, atravesaron varios caminos.
La decisión
Todo comenzó con un viaje de Lucio a Nueva Zelanda en verano de 2018, donde supo que quería aplicar sus conocimientos del sector agropecuario en el exterior. Volvió a la Argentina, se recibió ese mismo año en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y eligió Balcarce para iniciar sus prácticas pre-profesionales en la escuela agrotécnica donde había estudiado. 
“Yo ya tenía la idea de volver a viajar y me sorprendió que me dieran el trabajo: de entrada les planteé que me quedaban cuatro meses en el país“, recordó Lucio en una charla con Infocampo. “Siempre tuve la idea de conocer qué es lo que se está haciendo en otros países para formarme. De estos lugares, uno se lleva la filosofía, las maneras de trabajar, pensamientos que quizás no encuentra en los libros“, reflexionó.
Junto a Paula, que estudiaba en ese momento Administración de la Empresa Agraria, empezaron a buscar a dónde podían irse. “Primero pensamos en Australia, pero ella no cumplía con los requisitos de la Working Holiday Visa, entonces nos decidimos por Alemania. Ahí ella tiene parientes, y yo quería conocer el sistema lechero de Europa”, repasó Lucio.
Después de varias búsquedas, consiguieron el trabajo por un grupo de Facebook. “Contactamos con nuestro patrón directamente. Empezamos a hablar por medio del traductor de Google, porque no sabíamos el idioma. Sacamos la Visa y llegamos el 4 de diciembre de 2019″, contó la pareja. 
El presente
Actualmente, Lucio y Paula trabajan en un tambo que tiene 150 vacas en ordeñe, quizás de los más grandes del país germano, donde la mayoría tiene entre 30 y 60 vacas. Allí tambien hacen forestación y son contratistas: alquilan algunas tierras y todo el alimento que producen va destinado a las vacas. Siembran maíz para silo, cebada y ray grass, que lo ensilan, y compran algunos otros ingredientes como remolacha azucarera y pelleteados.
“El trabajo que hacemos diariamente es el ordeñe y la recría. Nos dividimos tareas: a mi novia le encantan los tractores y anda labrando los campos; y yo me encargo de las vacas, todo lo que es clínica, algo de reproducción y cuando necesitan asesoramiento técnico en nutrición, sanidad o lo que sea, también doy una mano”, describió Lucio.

El futuro
Como proyecto, a la pareja le gustaría seguir estudiando.
“A Paula le gustaría arrancar la carrera de Veterinaria, y yo siempre tuve en mente hacer un Máster, un doctorado o ambas”, explicó Lucio.
Cuando se termine esta Visa, que dura un año, probablemente apunten a la formación y a otra Working Holiday en algun país que sea fuerte en bovinos, principalmente lecheros.

Fuente: InfoCampo

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